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Arte e Ideas

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Estudio del Inegi reaviva el debate sobre discriminación

La escala cromática utilizada en el Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina genera elementos para entender el fenómeno y tratar de corregirlo.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer recientemente los resultados del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional; en él se muestra que varios factores son los que influyen para que una persona en nuestro país pueda acceder a mejores condiciones de vida conforme va creciendo y creando su futuro; sin embargo, hubo un elemento que reavivó el debate sobre la discriminación que impera en México.

Se trata de la escala cromática utilizada en el Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina, que clasifica la piel en 11 tonalidades con el propósito de que el propio entrevistado identifique su color.

Los resultados arrojaron que de las personas que se autoclasifican en las tonalidades de piel más clara, sólo 10% no cuenta con algún nivel de escolaridad, mientras que la cifra se eleva a 20.2% para las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más oscuras.

Además, para las personas que se encontraron en las tonalidades de piel más obscura, el rezago educativo es mayor, ya que 28.8% cuenta con primaria incompleta y 23% con primaria completa, mientras que las personas en tonalidades de piel más clara tienen porcentajes más altos en los niveles medio superior y superior (29.3 a 44.4 por ciento).

Más allá, las personas de piel más oscura perciben en menor proporción (48.6%) una mejora en su situación socioeconómica, en comparación con la tonalidad de piel más clara (52.2 por ciento). Esto dejó algo muy claro, el tono de piel sí importa.

Discriminación en ?el mercado laboral

Que este rubro haya sido evaluado por el Inegi, fue catalogado por algunos como intrascendente, ofensivo o incluso racista; sin embargo, los especialistas aseguran que para nada es así.

Raymundo Miguel Campos Vázquez, doctor en Economía e investigador del Colegio de México (Colmex), explicó en entrevista para El Economista que, por el contrario, genera elementos para entender el fenómeno y tratar de corregirlo. Cuando el presidente del Inegi mencionó que había una correlación marcada entre los resultados de vida y color de piel, esa no es más que la realidad de México y están presentando la evidencia.

En eso (el estudio de) el Inegi tuvo un gran acierto y ojalá se pueda realizar de manera frecuente. Esto abre una discusión nacional de cómo somos, cómo nos tratamos y si esto está bien o no. Además, agrega el debate de cómo se creó esta cultura de valorar más la tez blanca. Creo que eso no se ha discutido lo suficiente, ¿por qué seguir usando modelos blancos en los medios si no se acerca a la realidad?, ¿por qué para programas públicos y de beneficencia, por ejemplo, salen personas morenas y para grandes emprendedores salen las tez blancas? .

Dijo que en otras investigaciones tomar en cuenta factores como el color de piel, ha sido muy relevante, sólo que en otros casos se le capacita al encuestador para determinar cuál es el color de piel que tiene el entrevistado, está simplemente fue otra forma de abordaje (autorreportado) .

El doctor Raymundo, quien ha elegido como una de sus líneas de investigación a este fenómeno, asegura que su propia investigación ( Race and Marriage in the Labor Market: A discrimination correspondence audit study in a developing country ), muestra conclusiones muy contundentes de una relación negativa entre color de piel y resultados de vida.

La forma en que los científicos sociales medimos discriminación laboral mayormente es por currículums. Nosotros enviamos currículums a empresas para puestos de trabajo verdaderos y hubo más respuestas favorables para la mujer blanca y soltera (22% mejores resultados) que para las morenas. Eso es discriminación, incluso para los hombres, porque los currículums eran similares , aunque sobre este último punto, explicó que podría haber otras razones circunstanciales que expliquen porque son más llamadas las mujeres. Factores como que piden salarios menores, o con base en la personalidad, donde se cree que las mujeres tienen mayor habilidad de comunicación, responsabilidad o sociabilidad, podrían estar jugando; sin embargo, esto no se ha comprobado empíricamente.

Agregó que tampoco se ha podido estudiar a profundidad el perfil de quienes toman decisiones no se nos ha ocurrido una forma de estudio, pero sería muy importante saberlo .

Después de esta investigación, Campos aseguró que hay propuestas muy puntuales: eliminar tanto la foto como el estado civil de una persona como requisito indispensable para ser contratado, esto no es relevante en el desempeño laboral y las solicitudes de empleo no debería contener eso . Agregó que esto ya se debería estar incluso legislando.

El especialista hizo hincapié en que la discriminación es mala para la productividad, la eficiencia económica y la desigualdad. Si tú discriminas quiere decir que no tienes a las personas más capaces en los puestos indicados, por lo que debería ser una práctica que se erradique por completo, buscando políticas publicas activas que hagan consciente a la sociedad de las implicaciones, además que de forma cuantitativa requerimos entender el grado del problema .

nelly.toche@eleconomista.mx

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