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El performance será protagonista de Zona Maco
Tania Ragasol, directora artística, habla sobre la cercanía con los gobiernos, las políticas aduanales y la evolución hacia un arte más social.

A partir del miércoles 6 y hasta el domingo 10 de febrero, la feria bifocal Zona Maco celebrará la décimo sexta edición de arte contemporáneo y moderno, y nueve años para el apartado de diseño.
Una vez más, la autonombrada feria más importante de América Latina en su tipo se llevará a cabo en la Sala D del Centro Citibanamex, al poniente de la Ciudad de México, con la participación de más de 180 galerías de 22 países de América, Europa y Asia, como la Galleria Continua, con sedes en cuatro ciudades de distintos países; Tina Kim Gallery y Paul Kasmin Gallery, ambas de Nueva York; Isla Flotante, de Buenos Aires, o Cardi, con sedes en Miami y Londres; sin olvidar la presencia de las galerías mexicanas de mayor influencia: kurimanzutto, OMR, Galería de Arte Mexicano GAM y House of Gaga, entre otras.
Entre las novedades y los atractivos de la edición en puerta destaca la incorporación de lleno de las prácticas performáticas en dos sentidos. Uno de ellos será como prioridad de la curaduría del programa Zona Maco Sur, cuyo punto de enfoque este año será el performance, sin que este necesariamente sea el fin de la propuesta artística sino que sea parte de los distintos procesos creativos. La segunda presencia relevante de esta disciplina será a través del espacio debutante Performance Hall, el cual estará acondicionado para la presentación de performances a lo largo de toda la feria curados por un comité de selección.
Otros de los rubros a destacar será la presencia en el programa de conferencias de Glenn D. Lowry, director el MoMA; Rob Giampietro, director de Diseño del mismo museo neoyorquino; Pablo León de la Barra, curador del Guggenheim, y de Eugenio López, presidente de la Fundación Jumex.
Nueva feria en la región
Durante la conferencia de presentación, Tania Ragasol, directora artística de Zona Maco, fue cuestionada por la ausencia este año de galerías relevantes a nivel mundial como Gagosian o Lisson Gallery, que habían estado en ediciones anteriores y este año se harán presentes en la primera edición de la feria Frieze en Los Ángeles, que se llevará a cabo una semana después de Maco, del 15 al 17 de febrero.
Al respecto refirió que “este año estamos muy contentos con la oferta que Zona Maco va a presentar. Estos 180 expositores son bienvenidos y merecen la misma importancia que otras galerías que quizás no regresan, pero con las que ya estamos en tratos para que vuelvan probablemente al año próximo u otro. Es algo que sucede: la oferta a nivel global ha crecido muchísimo”.
Sobre la primera edición de Frieze en Los Ángeles, Ragasol refirió que, más que una competencia, que haya más ferias cercanas en fechas y geográficamente significa una abanico más grande de oportunidad de ruta para los coleccionistas, sobre todo los que viajan desde Europa y Asia, quienes pueden visitar la feria en México y después viajar a la de la ciudad californiana.
Lo que maco ha transformado
En conversación con El Economista, la directora artística de Zona Maco habló sobre la relación de la feria con los gobiernos en turno, tanto de la Ciudad de México como el federal. “Por supuesto que es una relación innegable y cordial que tiene que existir siempre. (Con el nuevo gobierno) sí hemos tenido acercamiento. Estamos haciendo una invitación para que las distintas personas en los puestos clave del gobierno, que tienen que ver con lo que estamos haciendo, visiten la feria y, por supuesto, yo estaría de lo más encantada en recibirlos y caminar la feria”, declaró y agregó que habrá un interés expreso para sostener reuniones del equipo de Zona Maco con las autoridades, de la Ciudad de México, sobre todo.
Cuestionada sobre la incumbencia de que Zona Maco pueda proponer que los gobiernos consideren flexibilizar políticas aduanales para el ingreso y salida de obras de arte en las semanas de ferias de arte, como se hace en otros países, (Brasil, es un ejemplo), Ragasol explicó que “por supuesto que sí hay interés en conocer una opinión, pero me parece más complejo que eso, sobre todo ahora que se están redefiniendo muchas situaciones. Tiene que haber apertura para que haya ese diálogo. Sí me parece relevante, sí me parece increíble que se hable de lo que implican estos procesos porque es justo el tras bambalinas del que la gente no se entera. Es algo que, efectivamente, se puede proponer y también creo que hay receptividad. Estamos en el momento justo para tocar ese tipo de temas”.
Se le cuestionó si, primero como consumidora de la feria, después como participante periférica de las misma y ahora como involucrada directamente en su organización, ha notado un cambio en el argumento del arte contemporáneo hacia las causas sociales cada vez más marcado. Y respondió: “Sí puedo decir que de 20 años hacia acá se ha escuchado más, se ha comunicado más, el trabajo de artistas que si trabajan no necesariamente para cambiar ciertas cosas sino que, como parte de sus procesos creativos, incidir en ciertas dinámicas sociales. Creo que hay más visibilización de esto y creo que por lo mismo hay más crítica y más contraoferta”.
Por último se dijo testigo de cómo Zona Maco, desde su llegada a la Ciudad de México, detonó beneficios no nada más hacia el coleccionismo, sino que impulsó a “grupos de artistas juntándose para hacer cosas, colectivos de curadores; las galerías y los museos se ponen guapos. La cantidad de opciones que hay ahora, cómo se han organizado en colectivos sí tuvo mucho que ver con la llegada de propuestas como Maco”.