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Trampantojo Presupuestal 2024 en Salud
“La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía”, proverbio árabe
Trampantojo es la ilusión óptica con que se engaña a una persona haciéndole creer que ve algo distinto a lo que en realidad ve; especialmente, paisaje pintado en una superficie que simula una imagen real. En el caso del paquete fiscal 2024 recién presentado por el Ejecutivo federal, se trata de una técnica pictórica que engaña a la vista jugando con las perspectivas, los planos, las sombras y otros efectos, creando una sensación de relieve y una realidad ficticia para simular su interés en la salud de la población.
En su exposición de motivos juega con la siguiente perspectiva: “Durante esta administración se ha priorizado la atención a la salud para toda la población y particularmente para las personas que no cuentan con seguridad social a través del IMSS-Bienestar”. De una pincelada quieren desaparecer su institución emblema, gran fracaso gubernamental, el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar -Insabi- que vivió en su imaginación desde el periodo de transición en 2018, se simuló su formación en diciembre del 2018 en el sureste del país con firmas ficticias de gobernadores, se materializó su inserción en el Plan Nacional de Desarrollo en julio de 2019, se insertó en la Ley General de Salud por iniciativa en el Congreso de la Unión en noviembre de 2019, inició su “desfuncionamiento” (sic) en enero del 2020 y como consecuencia de sus múltiples fracasos para garantizar el acceso efectivo al derecho a la salud, fue reemplazado por la OPD “Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar -SS-IMSS-Bienestar-” en la Ley General de Salud en mayo de 2023 de manera inconstitucional, estando pendiente el posicionamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde presentamos una acción de controversia constitucional.
En otra pincelada trampantojo tipo Picasso señalan que “para 2024, sumando esfuerzos entre la Secretaría de Salud y el SS-IMSS-Bienestar, se tiene una asignación de 225,613.9 millones de pesos, lo que representa 15,997.5 millones de pesos más que lo aprobado en 2023. En ese sentido, se seguirán destinando recursos para consolidar un sistema que garantice el ejercicio efectivo del derecho a la salud para todos los mexicanos.” Lo que en realidad hicieron, fue quitarle a la Secretaría de Salud más de la mitad de los ya escasos recursos del ramo 12 bajo su coordinación para entregarlos al organismo público descentralizado -OPD- SS-IMSS-Bienestar a través del ramo 47, que corresponde a las entidades no sectorizadas para coordinar la planeación, programación, presupuestación, control y evaluación del gasto público de las entidades que no estén coordinadas por alguna dependencia coordinadora de sector, conforme a lo establecido en el artículo 7 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, con el fin de ordenar y orientar el quehacer institucional de cada una de estas entidades, a efecto de que cada una de ellas atienda a la población objetivo dispuesta en su ordenamiento legal correspondiente.
En la sombra, el presidente López Obrador le retiró la responsabilidad a la Secretaría de Salud desde la creación del OPD en agosto del 2022 y lo cristaliza presupuestalmente con este paquete fiscal. El secretario de Salud en calidad de florero, tiene un asiento en la junta de gobierno que presidirá el director general del IMSS, quien se queda de facto con la responsabilidad -y el dinero- para intentar -y no lograr- hacer efectivo el derecho a la salud para la población sin derechohabiencia.
Otra pincelada fue tipo Miró, al simular incrementos al OPD y entregarle en pesos reales menor presupuesto percápita para atender los poco más de 70 millones de personas sin seguridad social en idénticos programas que tenía el Insabi: E001 Atención a la salud de personas sin seguridad social, programa que tiene como objetivo mejorar las condiciones de salud de la población sin seguridad social; S200 Fortalecimiento a la atención médica; U013 Atención a la salud y medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social laboral y K011 Proyectos de infraestructura social de salud.
Otro trampantojo para ocultar su fracaso en la recaudación solidaria estatal fue pintado en el artículo vigésimo tercero que señala que “en los casos en que las entidades federativas concurran con el OPD para garantizar la prestación de servicios de salud, éstas deberán solicitar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en términos de los convenios de coordinación, la autorización de un adelanto de participaciones en ingresos federales a su favor correspondientes a su ejercicio fiscal, por el monto que establezcan dichos convenios, enviándolos al opaco Fondo de Salud para el Bienestar”. Así que a fondear por adelantado una institución que existe solo en tinta y que como una verdadera Entamoeba estará engullendo las infraestructuras y los recursos de salud estatales.
Para concluir esta columna de trampantojos, del proyecto de presupuesto de egresos de la federación (PPEF) 2024, se aprecia un incremento del 5% en la función salud. Pero la realidad, por ejemplo, para el pago de la nómina de plazas federales (FASSA Ramo 33) se incrementó un 3%, cuando ayer el sindicato del IMSS mostró su nuevo contrato laboral 2023-4 con un incremento del 45 al salario y 3.8% en prestaciones adicionales. Esto significará que los trabajadores del OPD y los servicios estatales de salud tendrán menor incremento, ratificando que hay trabajadores de primera y de cuarta.
Del tema del presupuesto en medicamentos, vacunas e infraestructura en salud comentaremos la próxima semana.
*El autor es médico especialista en cirugía general, certificado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXV Legislatura.