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¿Por qué se van?
Tenemos que cerrar la brecha salarial entre hombres ?y mujeres. Éste es un factor determinante para retener el talento de las féminas.
Hay una creencia generalizada de que los empleadores pierden el talento de las mujeres de 30 años por una razón: las mujeres en esta edad comienzan a tener hijos y las organizaciones para las que trabajan no están preparadas para ofrecerles la flexibilidad que necesitan para integrar familia y trabajo.
Quizá sea cierto para muchas mujeres. Quizá sea cierto para mujeres de la generación X. Pero ¿lo es para mujeres de la generación Y o Millennial?
El reporte de una encuesta global reciente hecha por ICEDR (publicada en Harvard Business Review) revela datos curiosos:
Primero, las mujeres de 22 a 35 años mencionaron el salario, la falta de oportunidades de aprendizaje y desarrollo así como una falta de sentido en su trabajo como las principales razones para dejar su empleo. La razón, sorpresivamente, no fueron la maternidad ni la dificultad para integrar la familia y el trabajo. Y digo sorpresivamente porque en mujeres de otra generación, como la X, ésta quizás hubiera sido la razón principal.
Segundo, los hombres de esta edad mencionan las mismas razones que las mujeres para dejar un trabajo. A lo mejor en otra generación, como la X, a la que pertenezco, hubiésemos esperado que los hombres mencionaran como razón principal para dejar un empleo o una organización el tema salarial y las mujeres el tema de la familia. Pero tanto mujeres como hombres citan razones similares.
Tercero, vale la pena enfatizar que las mujeres en los 20 y en los 30 refieren las mismas razones para dejar un trabajo. No varían. Las mujeres recién egresadas de sus estudios reportan las mismas razones que las mujeres que llevan más años trabajando. ¿Tendrá algo que ver que el promedio de edad en la que las mujeres empiezan a tener hijos ha aumentado? ¿Será que encontraríamos una diferencia en mujeres en los 40?
De acuerdo con el Pew Research Center, en el 2012 entre trabajadores de 25 a 34 años el salario por hora de las mujeres era 93% del salario de los hombres. Sin embargo, la brecha salarial entre hombres y mujeres se amplía con el tiempo. De acuerdo con el Censo de Estados Unidos, la mujer promedio en ese país gana 79 centavos por cada dólar que ingresa un hombre promedio. Esta estadística se ha mantenido desde 1990. (World Economic Forum)
Esta brecha salarial se ha intentado explicar con distintas hipótesis: 1) la brecha se debe a las decisiones que toman las mujeres sobre su carrera; 2) los empleadores no le pagan lo mismo a los hombres y a las mujeres, ni los promueven de la misma forma; 3) las mujeres prefieren tener menos responsabilidades para poder integrar mejor su familia y su trabajo; 4) el trabajo de las mujeres está devaluado; 5) los empleadores permiten que sesgos y prejuicios sean un factor de decisión al contratar y al promover mujeres; 6) las madres de familia son percibidas como menos competentes y comprometidas y, por el contrario, los padres de familia son percibidos como más responsables.
Si pretendemos retener el talento de mujeres millennials tendremos que enfocarnos en ofrecer salarios competitivos. Tenemos que cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres. A trabajo igual, salario igual. Éste es un factor determinante para retener el talento de las mujeres. Además tendremos mejores resultados si los espacios que se ofrecen son empleos con sentido que abren oportunidades para el aprendizaje y el desarrollo profesional y personal.