Los apodos de Andrés Granier

Químico Biólogo Parasitólogo de profesión y con una trayectoria en el PRI de más de cinco lustros, Andrés Rafael Granier Melo pasó de ser uno de los políticos más carismáticos del estado a uno de los personajes con peor fama pública, no sólo en esa entidad del Golfo de México, sino en todo el país.

En Tabasco, entidad que gobernó del 1 de enero del 2007 al 31 de diciembre del 2012, lo conocen con el sobrenombre de El Chelo despensas. Chelo porque así les llaman a los güeros en esta región y despensas por regalar mandado era una de sus actividades favoritas como funcionario público.

Hay quienes lo recuerdan trepado en un Volkswagen blanco de modelo atrasado recorriendo el estado de arriba para abajo, otros por ser un personaje dicharachero y carismático; sin embargo, el grueso de la gente lo identifica a últimas fechas alardeando tener 400 pares de zapatos, 1,000 camisas, 400 pantalones y 300 trajes, así como por ser acusado del desfalco al erario público por 23,000 millones de pesos.

El exmandatario inició su carrera en el servicio público en 1967 como Jefe de Laboratorio de Análisis Clínicos del Instituto Mexicano del Seguro Social en Villahermosa; luego, en 1982 fungió como Jefe del Laboratorio de Toxicología de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tabasco.

El despegue de su carrera se sitúa en 1983, cuando fue nombrado Director General del Agua de los

servicios de Agua Potable y Alcantarillado en Tabasco y luego fue su Director General, en tiempos del Gobernador Enrique González Pedrero, de 1983 a 1987, el mismo que dejó inconcluso su periodo por sumarse a la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari.

Cuentan que su padrino político no fue ese exgobernador, sino Humberto Mayans Canabal, actual

senador de la República, a quien se refería como su hermano y quien en el gobierno de González Pedrero se desempeñó como Secretario de Obras Públicas.

En 1995 fue designado Director de Desarrollo Social del ayuntamiento del centro (Villahermosa), en el periodo de José Taracena Martínez, un amigo cercano de Mayans. Eran los tiempos del Gobernador Roberto Madrazo.

Cuando dejó ese cargo, en 1997, El Chelo ya era muy popular en el estado. En ese tiempo aspiró a ser candidato a la Presidencia municipal de El Centro; sin embargo, tuvo que disciplinarse, pues Roberto Madrazo designó como candidata a Georgina Trujillo Zentella, hija del exgobernador Mario Trujillo. Esa dama gobernó la capital de 1998 al 2000.

Al siguiente periodo, en el 2000, Granier, quien había seguido construyendo su candidatura a la alcaldía, logra que el PRI lo postule.

Cuentan que prácticamente el tricolor se vio forzado a postularlo porque habría amenazado con aceptar una invitación del PRD para que fuera su abanderado.

Desde esa posición comenzó a formar su propio equipo, alejado de los encabezados por Madrazo Pintado y otros líderes priístas.

Al final de la administración del Gobernador Roberto Madrazo Pintado, en el 2000, le ofrecen la candidatura a Granier Melo; no obstante, opta por apoyar a Manuel Andrade, con quien, se dice, pactó sumarse a su nominación a cambio de que a él le tocara al siguiente sexenio, lo cual sí ocurrió, aun cuando se mencionaron como posibles aspirantes a Florizel Medina Pereznieto, que gobernó el municipio del Centro del 2004 al 2006 y que era parte del grupo de Roberto Madrazo y Óscar Cantón Zetina, actual representante de Tabasco en el Distrito Federal.

Ya en el cargo, El Chelo operó para fortalecer a su compadre, Mayans Canabal, a quien nombró

Secretario de Gobierno, pero éste no logra el objetivo, pues Granier se inclinó en favor de su Secretario de Salud, Luis Felipe Graham, pero el grupo político ligado al ahora director de Capufe, Benito Neme, hijo del exgobernador Salvador Neme Castillo, logró imponer a Jesús Alí, quien fue presidente municipal del Centro.

Fue precisamente en la época en la que ocurre la nominación del candidato del PRI a la gubernatura cuando le comenzó a cambiar la suerte, pues ahí comenzaron los señalamientos sobre presuntos desvíos de recursos del gobierno del estado. Se sabe que vive en el extranjero y que el gobierno del estado integra elementos de prueba sobre las acusaciones que lo llevaron a pasar de ser un personaje carismático al exmandatario sumido en el desprestigio. Ya ni güero le dicen. Ahora lo llaman El Cienpiés.