Las cuentas del Vaticano

Es un jugador importante en el sistema financiero europeo, un gran propietario de bienes raíces, ?además de poseedor de importantes reservas de oro.

Las cuentas del Vaticano son un misterio dentro de otro misterio. Oficialmente, la Santa Sede es un Estado que ejerce un presupuesto que es apenas la mitad del que tiene el Estado Libre y Soberano de Colima. Extraoficialmente, es un conglomerado con participaciones accionarias en algunas de las mayores empresas del orbe. Es un jugador importante en el sistema financiero europeo, un gran propietario de bienes raíces, además de poseedor de importantes reservas de oro, entre otras cosas.

El informe anual del Vaticano nos entrega la única cuenta oficial de las finanzas de la Santa Sede. En el 2011 ejerció un presupuesto de 341 millones de dólares y tuvo ingresos de 356 millones de dólares. La cuenta pública indica que la sede de la Iglesia Católica tuvo números rojos entre el 2008 y el 2010.

El Vaticano reconoce que sufre las consecuencias de una reducción sostenida de los ingresos, en especial de los donativos, y ha asignado al sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, la tarea de reestructurar las finanzas. El año pasado ya se notó la mano: los números negros están de regreso.

Las cifras oficiales del Vaticano son detalladas pero inverosímiles. Nos dicen que las entradas a los museos le reportaron 30.6 millones de dólares en el 2011, y que las donaciones de fieles de todo el mundo llegaron a 67.7 millones de dólares.

Todos los detalles no despejan la duda: ¿de verdad el Vaticano sólo tiene ingresos anuales por 356 millones de dólares? Esto es lo que un estado pobre de México, como Nayarit, recibe por concepto de participaciones federales en un año. Los monjes ortodoxos que administran Monte Athos, en Grecia, generaron una fortuna valuada en casi 1,000 millones de dólares en una década, según el relato de Michael Lewis en Boomerang.

Obvio es decir que estos monjes tienen una parte ínfima del músculo financiero de la Santa Sede.

La cifra es 356 millones de dólares Ésta se vuelve inverosímil a la luz de un solo dato. Esta semana se dio a conocer que la filial de JP Morgan en Milán le cerró la cuenta a Lo Lor, un banco propiedad del Vaticano que no cumplió con la normatividad de entrega de cuentas. Esta cuenta registró movimientos por 1,000 millones de euros en el último año y medio, entre el 2010 y el 2012.

Para JP Morgan, un cliente con este nivel de movimientos que no entrega información exhaustiva es un cliente de alto riesgo.

El Vaticano es, formalmente, un Estado que se asienta sobre un territorio de 2 kilómetros cuadrados. Simbólicamente, es mucho más que eso: es el centro de la religión católica y lugar de referencia para cientos de millones de creyentes en el mundo.

En más de un sentido, su funcionamiento nos remite a una realidad medieval. El Papa es cabeza de un Estado que no tiene contrapesos ni obligación de rendir cuentas a otros estados.

Esta opacidad ha alimentado una abundante literatura sobre la economía vaticana, donde hay periodismo de investigación, pero también fantasía.

Es imposible saber cuánto de lo que se le atribuye a El Vaticano es realmente propiedad de la Santa Sede. Se mencionan paquetes accionarios en Olivetti, Fiat, Alitalia, Italgas, el banco Rothschild y el Casino de Montecarlo. Miles de inmuebles en Italia, Alemania, España y activos en oro que compiten por su monto con las reservas de algunos de los grandes bancos centrales.

Las cuentas del Vaticano son un misterio dentro de otro misterio que sólo el tiempo y la investigación podrán develar.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx