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¡Hacer más con menos!
La economía mexicana enfrenta grandes retos el siguiente año: el entorno internacional será complejo debido a una desaceleración de la economía global, los precios de los energéticos seguirán siendo bajos y, por ende, no podremos tener mayores ingresos por esa vía; la inminente normalización de la política monetaria en EU provocará que el costo del financiamiento sea más elevado y habrá menores flujos de capital hacia nuestro país.
Ante el escenario adverso que enfrentaremos, el gobierno federal presentó un paquete económico pensado en proteger la economía familiar, que buscará mantener la estabilidad macroeconómica y que intentará gastar menos y de manera eficiente.
El marco macroeconómico que se consideró para elaborar la propuesta de ingreso y gasto es más realista que la de hace un año. Se espera un crecimiento del PIB para el 2016 de 2.6 a 3.6%, impulsado principalmente por una evolución favorable del consumo y la inversión, lo que provocará la creación de más empleos y mejores salarios. Asimismo, se espera que EU mejore su ritmo de crecimiento, lo que alentará las exportaciones y dinamizará nuestro comercio exterior.
Se estima una inflación de 3% y un tipo de cambio nominal promedio de 15.90 pesos por dólar. El precio del barril de la mezcla mexicana se estimó en 50 dólares por barril, que es congruente con las coberturas petroleras que contrató en 49 dólares por barril; y se pronostica que la plataforma de producción y exportación de crudo se ubiquen en 2,247 y 1,091 miles de barriles diarios, respectivamente.
El gobierno se comprometió a mantener la estabilidad macroeconómica y, por ello, propuso que el déficit presupuestario sea de 0.5% del PIB; es decir, 0.5% menos que lo aprobado en el 2015. El déficit será menor y se propone que el techo de endeudamiento interno sea de 535,000 millones de pesos, 12.8% menos que lo aprobado para el actual ejercicio fiscal; el endeudamiento externo será de 6,000 millones de dólares.
Cabe destacar que no habrá nuevos impuestos y tampoco subirán los que ya existen.
Se estiman ingresos públicos por 4,137 mil millones de pesos, 8.6 mil millones menos que los probados en la Ley de Ingresos 2015; es decir, una reducción de 0.2% en términos reales. Del total de ingresos presupuestarios, se espera que 58% provenga de ingresos tributarios no petroleros, 21% de ingresos petroleros, 16% de organismos y empresas no petroleros y 5% de ingresos no tributarios no petroleros.?Con la reforma hacendaria, este año se pudieron sostener las finanzas públicas, sólo en los primeros sietes meses del año los ingresos petroleros cayeron 35.9% anual, mientras que los ingresos no petroleros tributarios aumentaron 28.7 por ciento. Este mismo escenario se plantea para el 2016. Se estima que los ingresos petroleros se reduzcan en 30% real, mientras que los ingresos tributarios se incrementen en 19.3 por ciento.
Para promover la inversión, se propone una deducibilidad inmediata de la inversión para las pymes de infraestructura de transporte y energéticas. Para promover la formalización, se realizará periódicamente un sorteo fiscal; se ajustarán los requisitos para acceder al Régimen de Incorporación Fiscal para ampliar el universo de participantes y se facilitará el otorgamiento de crédito a las pymes que cumplan sus obligaciones fiscales.
El paquete económico del siguiente año propone una reducción en el gasto con respecto al cierre del 2015, de 133.8 mil millones de pesos. De modo que el gasto neto para el siguiente año será de 4,746.9 mil millones de pesos, 1.9% menos que lo aprobado para este año. Al interior, el gasto corriente estructural será menor en 4.7% al presupuesto aprobado actual; habrá reducción en los gastos de servicios personales de los ramos administrativos. En total, la asignación a los ramos administrativos asciende 1,100.1 mil millones, 9.9% menos al aprobado para este ejercicio.
En conclusión, es un Paquete Económico realista, austero, que no afecta la economía familiar y que buscará hacer más con menos.
Twitter @PerezSoraya