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Opinión

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Graduación latinoamericana

No hay tiempo para la complacencia. México, al igual que otras naciones de Latinoamerica, está lejos de ser una economía desarrollada.

Hace casi un año (9 de septiembre del 2010), The Economist publicó un informe acerca de América Latina ( So near and yet so far ) donde se afirmó: Los cinco años hasta el 2008 fueron los mejores de América Latina desde la década de 1960, con un crecimiento económico promedio de 5.5% anual y una inflación generalmente de un solo dígito. Aún más impresionante, una región que se había convertido en sinónimo de inestabilidad financiera, en su mayoría superó sin problemas la recesión reciente. Después de una breve baja a finales del 2008 y principios del 2009, una fuerte recuperación está en marcha, con la mayoría de los pronósticos mostrando un crecimiento económico mayor que 5% este año para la región como un todo .

El informe mencionado se concentró principalmente en Brasil, México, Chile, Colombia y Perú; en conjunto, representan tres cuartas partes del PIB de América Latina y más de 70% de su población.

Según el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2010-2011 , elaborado por la CEPAL y dado a conocer en julio pasado, luego de la contracción experimentada en el 2009, el PIB del área mencionada aumentó 5.9% en el 2010. Entonces la CEPAL pronosticó un crecimiento del PIB regional de 4.7% para el 2011 y de 4.1% para el 2012.

Esta zona, con toda su heterogeneidad, tuvo buena fortuna, pero sus resultados se debieron principalmente a sus políticas económicas. En los 30 años más recientes, las autoridades hicieron reformas: apertura al comercio y la inversión extranjera, privatización, desregulación, tipos de cambio flexibles, independencia de los bancos centrales, políticas fiscales responsables, regulaciones bancarias, políticas sociales enfocadas en los más pobres, entre otras.

La recesión reciente fue una prueba importante. Por eso algunos analistas han hablado de que algunas economías están cerca de graduarse , es decir, de lograr el estado de desarrolladas o avanzadas.

Por ejemplo, el economista colombiano Mauricio Cárdenas, hasta hace poco director de Latin America Initiative (Brookings Institution) y ahora ministro de Minas y Energía de su país, y Eduardo Levy escribieron en junio pasado: No existe una definición única del desarrollo económico y no hay una receta para lograr el bienestar socioeconómico. Sin embargo, es posible analizar el progreso relativo de un mercado emergente hacia la graduación .

Cárdenas y Levy ordenaron a 33 países con el Brookings Graduation Scorecard, el cual está construido con base en cuatro aspectos: crecimiento económico, capacidad de recuperación financiera, indicadores de política (inflación, balance fiscal) e indicadores de desarrollo (coeficiente de Gini, Índice de Desarrollo Humano, Indicadores Mundiales de Gobierno). Ellos ponen en duda la relevancia de algunas clasificaciones en boga (BRIC, CIVETS, MAVINS, EAGLES). El significado de estas siglas es el siguiente: BRIC= Brasil, Rusia, India y China; CIVETS= Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica; MAVINS= México, Australia, Vietnam, Indonesia, Nigeria y Sudáfrica; EAGLES= Emerging and growth-leading economies, es decir, BRIC más Corea, Indonesia, México, Turquía, Egipto y Taiwán.

Según el tablero, el país latinoamericano más cercano a graduarse es Chile (tercer lugar, después de Singapur y Taiwán); le siguen Brasil (séptimo), Uruguay (octavo), Perú (17), Colombia (20), México (22), Argentina (24), Venezuela (31) y Ecuador (32).

No hay tiempo para la complacencia.

fnunez@eleconomista.com.mx

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