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Cae Kushner, la apuesta de México
Al yerno del presidente le quitan información top secret; fue “manipulado” por el extranjero.
El día que Trump designó a su yerno como su principal negociador de la paz entre Israel y Palestina, comenzó el final para Jared Kushner.
Sin experiencia en temas diplomáticos, Kushner recibió en manos de su suegro una bomba de tiempo.
Ayer, el general John Kelly la activó.
El 4 de noviembre de 1995 el asesinato de Isaac Rabin voló por los aires los Acuerdos de Oslo, la paz promovida por Bill Clinton. Veintitrés años después, Trump vendió la idea de un nuevo acuerdo, sin embargo, la promesa fue una simulación. El pasado 5 de diciembre reveló su decisión de cambiar su embajada a Jerusalén. Ese día, como lo fue el 4 de noviembre de 1995, el escenario de un acuerdo de paz fue enterrado.
¿Qué estrategia de negociación planteó Kushner a Mahmud Abbas, presidente palestino? ¿La misma que Trump le ofreció a Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí?
Fue el consejero de seguridad, H.R. McMaster, quien lanzó una alerta al general John Kelly, jefe de gabinete de la Casa Blanca. McMaster vio a Kushner como un objetivo vulnerable; un personaje débil frente a las complejas obligaciones que demanda su puesto; un empresario con enormes deudas en el negocio inmobiliario. Simplemente, una persona que no tiene que estar en la Casa Blanca.
La campaña #metoo aceleró los exámenes de seguridad que por protocolo se aplican al primer círculo del presidente de Estados Unidos. Kelly puso sus manos al fuego sobre el director de Recursos Humanos, Rob Porter. Error.
Trump también lo defendió. Error.
Kelly reviró frente a críticas y aceleró el proceso en la aplicación de los exámenes.
Ayer decidió degradar a Kushner de la categoría top secret a secret; es decir, Kushner ya no podrá hacer las veces de negociador jefe entre Israel y Palestina. Algo más, no podrá recibir el informe diario elaborado por las agencias de inteligencia tipo CIA o FBI.
Kushner, es un cadáver político.
La crisis de Kushner llega al edificio de avenida Juárez, nuestra cancillería. De acuerdo a informes de inteligencia, Kushner recibió una serie de “manipulaciones” de México, China, Emiratos Árabes e Israel, sin que el yerno del presidente Trump avisara al general McMaster.
En Estados Unidos las agencias de inteligencia no funcionan como Cisen mexicano. Recordemos de qué manera el director de la CIA, David Petraeus, tuvo que renunciar a su puesto: por vigilancia del FBI. Encontró en su correo de Gmail una ventana vulnerable al compartir su cuenta con su amante.
Las agencias de inteligencia vieron algo raro en las interacciones de Kushner. La hipótesis estaba activada por su inocente visión diplomática y por su situación financiera.
Videgaray tuvo la mala suerte de que su principal apuesta en Washington era un foco vulnerable. Ahora, el puente se ha quebrado. Lo peor es que en Estados Unidos se investiga cualquier tipo de interacción entre países extranjeros con funcionarios de ese país.
El caso está abierto.
La relación diplomática entre México y Estados Unidos, en vilo.