Lectura 3:00 min
Apoyo a la democracia
México ocupa el último lugar en satisfacción ciudadana con la democracia en Latinoamérica.
Hoy los mexicanos vivimos en un ambiente de hartazgo y desesperanza. Nos aquejan la inseguridad, la crisis económica, los escándalos de corrupción, la violaciones de derechos humanos, las ?desapariciones, la violencia, el desempleo.
En estas condiciones, ¿nos satisface la democracia a los mexicanos? ¿Preferimos los mexicanos la democracia sobre otras formas de gobierno? ¿Qué nos dice el Latinobarómetro 2015? A continuación destaco aspectos importantes acerca de las opiniones y percepciones que tenemos los mexicanos de la democracia.
México ocupa el último lugar en satisfacción ciudadana con la democracia en Latinoamérica. De acuerdo con la encuesta realizada en 18 países de la región, sólo 19 % de los mexicanos está satisfecho con el funcionamiento de la democracia en nuestro país, muy por debajo de 37% promedio. Junto con México, Brasil, Paraguay y Perú son las naciones que menor porcentaje reportan. Uruguay, Ecuador, República Dominicana y Argentina presentan un porcentaje mayor a 50 por ciento. Es curioso que Ecuador y Argentina aparezcan en este grupo de países dadas sus experiencias recientes con sus actuales gobiernos.
En México, el porcentaje de satisfacción con la democracia en los últimos 20 años ha variado a través de los años. Por ejemplo, desde 12% en 1996 (el más bajo), hasta 45% en 1997, 37% en el 2000 y 41% en el 2006 (los más altos). Casualmente, los números más altos coinciden con los años electorales. ¿Será que cuando celebramos elecciones nos damos cuenta de que la democracia electoral funciona relativamente bien y entonces nuestro nivel de satisfacción se ve elevado? ¿Y en 1996 qué pasó? ¿Por qué fue tan bajo?
Según el Latinobarómetro, aun cuando los mexicanos están insatisfechos con el funcionamiento de la democracia, casi la mitad manifiesta que esta forma de gobierno es preferible a cualquier otra. El porcentaje en Venezuela, Uruguay, Ecuador y Argentina es superior a 70 por ciento. De nuevo, sorprende que en Venezuela 84% tenga esta preferencia. Los últimos lugares los ocupan El Salvador, Honduras y Guatemala.
Al revisar los resultados de este estudio a lo largo de los años, se puede observar que en ciertas circunstancias, algunos opinan que el gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático. Podríamos pensar que la crisis económica, la corrupción, el ?desempleo y la inseguridad posiblemente pueden contribuir a este fenómeno. Sin embargo, hay estudios que indican que el apoyo a la democracia no necesariamente está relacionado a la calidad de las instituciones de un país o al crecimiento económico.
¿Qué nos dicen los resultados de este estudio? En México, no todos creemos que la democracia es preferible a cualquier forma de gobierno. Por suerte, menos creemos que el autoritarismo es una mejor forma. Muy pocos estamos satisfechos de cómo funciona la democracia en nuestro país. Muy pocos también pensamos que el gobierno trabaja para todos. ¿Acaso nos pone en riesgo la baja satisfacción con la democracia en nuestro país? Ante un grave problema de inseguridad y una grave crisis económica, ¿podría aumentar significativamente el porcentaje de mexicanos a favor de un gobierno autoritario? O al contrario, ¿todos exigiríamos la profundización de la democracia por ser la forma de gobierno preferible?