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Apagón analógico ?y dividendo digital
En las pasadas semanas se han incrementado las voces que alertan del peligro que puede representar el atraso del apagón analógico en México, pues retrasaría la utilización del llamado dividendo digital para la oferta de servicios móviles.
Es importante aclarar que la liberación de espectro en la banda de 700 MHz no depende de que se haya completado el apagón analógico, ya que se puede asignar espectro en fases para el lanzamiento de servicios móviles.
Se debe recordar que inicialmente la extinta Cofetel y luego su sucesor el IFT anunciaron que el 2014 sería utilizado para decidir la forma en que se licitaría a un socio privado su participación en la red mayorista, como también los parámetros de la misma que no hayan sido definidos por el Poder Legislativo.
Por otro lado, aun si se hubiese licitado la banda de 700 MHz en el 2013 en estos momentos no habría servicios de LTE en la banda, por la poca disponibilidad de dispositivos comercialmente disponibles en la canalización APT para 700 MHz a nivel global y la completa ausencia de éstos en América Latina, al menos hasta el final de 2014. Resumiendo, si el atraso del apagón analógico en México es de menos de 12-18 meses el impacto que pueda tener en el despliegue de la red mayorista sería mínimo.
Asimismo, una prolongada demora en la fecha del apagón analógico para México (igual para los pocos países que seleccionaron ATSC) podría tener consecuencias negativas para el país si ésta excede los tres años. En estos momentos estamos en la migración de las redes de TDT estadounidense a la versión ATSC 2.0; simultáneamente, se están estudiando diez propuestas para el ATSC 3.0 con el objetivo de tener el estándar finalizado tentativamente para el 2016.
Si se otorga un periodo de cinco años adicionales para que comience la migración en Estados Unidos a este nuevo sistema nos encontramos con que en el 2021 nuevamente tenemos una migración en TDT hacia una tecnología mayor. En lo personal esta fecha me parece excesivamente optimista (contrario a lo que dicen los gremios que apoyan DVB-T2 y ATSC).
Si partimos de la premisa que el 2021 es una fecha viable en los Estados Unidos y en México se atrasa el apagón analógico en tres años o más, tendríamos como fecha temprana de su finalización el 2018, lo que presenta sólo un periodo de tres años para que el vecino del norte aboque todos sus esfuerzos (y con ellos las economías de escala correspondientes) a promover la adopción de ATSC 3.0, que a diferencia de ATSC 2.0 no sería compatible con sistemas anteriores.
Ante este escenario, es plausible que los presentes detractores del apagón analógico encuentren motivos para insistir en la pérdida de inversión que sería ir a ATSC/ATSC 2.0 si en muy poco tiempo se tienen que hacer inversiones multimillonarias por parte de los operadores de radiodifusión y de los ciudadanos para poder adoptar ATSC 3.0.
La buena noticia es que en términos de cobertura de señal Argentina y México lideran América Latina (sin contar a Puerto Rico, que tiene 100% de cobertura TDT por medio de ATSC). El problema es ver cómo se impulsa la cantidad de hogares que pueden acceder a la señal digital, pues en ambos mercados hay trabas que frenan el crecimiento de la TV de paga. Esta sería una herramienta natural para impulsar la adopción de estos servicios que incrementarían los beneficios de diversas maneras, incluyendo la reducción en inversión necesaria para subvencionar decodificadores o la surrealista decisión de regalar televisores.
José F. Otero es presidente de Signals Telecom Group.