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Política monetaria, sin cambios
El viernes pasado se realizó la primera reunión de política monetaria del Banco de México, con algunas conclusiones que valen la pena comentar.
El viernes pasado se realizó la primera reunión de política monetaria del Banco de México, con algunas conclusiones que valen la pena comentar.
Quizá el tema más importante, aunque no necesariamente el que más llamaba la atención, tiene que ver con el hecho de que finalmente la entidad mantuviera la tasa de interés interbancaria en el mismo nivel en el que se ubica desde julio del 2009 (4.5%), lo cual era esperado por el consenso del mercado.
Pero, resultaba más relevante el tono que el Banco de México usaría para describir la situación económica en México y el mundo, así como las señales que se podrían derivar en materia de política monetaria para el futuro próximo.
En este sentido, lo primero a destacar es que pese a los augurios de muchos expertos de que en la segunda parte del 2010 se presentaría una segunda recesión, ésta no se presentó.
De hecho, el anuncio de política monetaria empieza con esta frase que desarma a los más pesimistas: el panorama económico mundial para el 2011 ha mejorado.
El mejor desempeño se asocia, en parte, a la recuperación que muestra el sector manufacturero de Estados Unidos (EU), como respuesta a las medidas de estímulo fiscal y monetario que el Senado de ese país aprobó en el segundo semestre del 2010.
El mayor dinamismo de la actividad productiva en EU es una buena noticia para México, por la fuerte correlación que tiene el sector industrial con la actividad fabril de nuestro principal socio comercial.
Si bien las ventas externas mostraron un crecimiento más modesto a partir de junio del 2010, en los últimos meses se pudo observar un mayor ritmo de crecimiento que podría incluso aumentar a lo largo del 2011.
Otra buena noticia para la economía mexicana es que el mercado interno ha mantenido una tendencia positiva, como resultado de un avance importante en la generación de empleos y una mejora continua en los niveles de confianza de los consumidores, elementos que de manera conjunta han derivado en una mayor demanda.
El banco central parece anticipar que el proceso de recuperación mejorará en el 2011, de hecho se destaca que la brecha de producto se ha venido cerrando rápidamente y de continuar esta tendencia se podría tornar positiva en el segundo semestre del 2011.
En el lado negativo, el Banco de México destaca el fuerte incremento de las materias primas, alimentos, metales y energía, que se han registrado sobre todo a partir del segundo trimestre del 2010.
Este fenómeno tiene básicamente tres explicaciones: 1) la creciente liquidez a nivel internacional, 2) condiciones climáticas adversas, como los incendios en Rusia que obligaron a ese país a cerrar sus fronteras a la exportación de granos y 3) la fuerte expansión de las economías emergentes.
Este será uno de los principales determinantes de la política monetaria en los siguientes meses. De hecho, el instituto central indicó que permanecerá atento particularmente a los precios de los granos y otras materias primas.
El último elemento interesante es que Banxico no nada más no se encuentra preocupado por la apreciación del peso, que se ha ubicado por debajo de las 12 unidades por dólar en los primeros días de este año, sino que gracias a este fortalecimiento se han atenuado las presiones inflacionarias.
A partir de este 2011 Banxico ampliará la información que da sustento a sus decisiones de política monetaria, a través de las minutas de cada reunión. La primera se dará a conocer el 4 de febrero.
Aunque será interesante conocer con detalle los factores que fueron considerados por los miembros de la Junta de Gobierno para tomar la decisión, lo cierto es que los elementos fundamentales ya los conocemos.
*Manuel Guzmán M. es economista en jefe de Ixe Grupo Financiero. Su opinión no representa necesariamente la posición de la institución.