“Expulsión de embajador norcoreano, grave error”

Los mexicanos parecen ver desde muy lejos el pleito, entre Estados Unidos y Corea del Norte, que podría colocar al mundo en el umbral de una guerra nuclear.

Sin embargo, la expulsión el 7 de septiembre pasado ordenada por el gobierno mexicano del embajador norcoreano en México, Kim Hyong-gil, por considerar que la actividad nuclear de Corea del Norte “es un riesgo para la paz y la seguridad internacional”, puso de pronto a esa nación en el centro del debate político.

El canciller, Luis Videgaray, fue criticado por expertos como el politólogo de la Universidad de Stanford, Miguel Oropeza. Hubo inclusive quienes apoyaron al indefendible gobierno de Corea del Norte, como Magdalena Núñez, comisionada política del Partido del Trabajo, quien afirmó que ese país “tiene una cobertura de servicios y de desarrollo universal que ya quisiéramos en México”.

Pero quien mejor habla de esa nación aislada del orbe es quizá Alejandro Cao de Benós, un español que ostenta para Pyongyang el cargo de delegado especial del Comité de Relaciones Culturales en el Extranjero y que denota por ser el primer y único occidental autorizado para hablar en nombre de una de las más férreas dictaduras del mundo, convertido, según sus críticos, en el más destacado publirrelacionista del líder de ese país, Kim Jong-un.

En entrevista telefónica con El Economista, Cao de Benós, cuya historia inclusive ha sido motivo de un documental de la plataforma Netflix, The Propaganda Game, señala que “el gobierno mexicano actuó desde una posición de servilismo para seguir agradando a EU”. Por ello, considera que la expulsión del embajador “es un regalo que el gobierno le hizo a Trump para demostrar que siguen sus órdenes” y se atreve a atribuir esta decisión a que “México le debe mucho dinero y favores al imperio estadounidense y por ese motivo se doblega”.

El gobierno mexicano “comete un error al enemistarse con Corea del Norte”, advierte el también presidente de la Asociación de Amistad con Corea, quien ha llegado a congratularse de que Kim Jong-un posee “la bomba H” y la ha hecho detonar.

Cao de Benós afirma, sin dar nombres, que está informado de personas con afiliación a partidos de izquierda en México, que apoyan ampliamente “la causa” norcoreana. “Por ello llevamos un par de meses creando la organización amistad con Pyongyang en México”. Un “club” de amigos incondicionales de Corea del Norte, presente en varias partes del mundo que él mismo fundó en España en el año 2000.

“Mi posición en la actualidad es como la de un representante de la República”, un cargo por el que asegura que no cobra del régimen.  Cao de Benós ha acompañado a periodistas a Corea del Norte —visitas que han terminado salpicadas de tensiones— y también a empresarios temerarios en su búsqueda de explorar vías de negocio.

El entrevistado se ajusta al guión que repite sin cansancio: “De la información que se publica sobre Corea del Norte, 90% es falsa”; “no existen campos de concentración, son centros de corrección moral ” y todo lo que se dice sobre el “líder supremo” y de quien se habla que maneja a esa nación “con puño de hierro”, parte de “rumores absurdos o de verdades que resultan más absurdas aún”.

La pregunta que inquieta al mundo entero es si podría haber una guerra nuclear entre Estados Unidos y Corea del Norte y a ella responde con firmeza: “No, porque EU siempre ataca e invade a naciones menos desarrolladas como Siria, donde disparan sus misiles Tomahawk. Y atacar Corea del Norte supondría el fin de la humanidad”, señala este hombre que intenta ser sincero, detrás de su estrafalario atuendo militar que parece, de pronto, formar parte de una escenografía que pinta de rosa lo que para muchos oculta una realidad opresiva.

Pero para quienes lo ven como un truhán o un falsificador, siempre tiene una frase articulada que trasluce una fuerte seguridad y convencimiento de las bondades del gobierno del “respetado camarada” Kim Jong-un, como cuando dice que en Corea del Norte “cada ciudadano es un soldado dispuesto a defender la nación a cualquier costa, incluso la de su vida”.

La propaganda en Netflix

El juego de la propaganda, documental del director español Álvaro Longoria, es una pieza importante sobre Corea del Norte; desde el año pasado se puede ver en Netflix.

El foco del documental es Cao de Benós, enamorado de la cultura norcoreana a la que describe como justa, democrática, feliz y ejemplar. Alejandro se convierte en una figura polémica y en el único “nativo” que puede explicarle al resto del mundo por qué cree que su nación es la más grande.

The propaganda game analiza las estrategias utilizadas por los diferentes “jugadores” para manipular la “verdad” y sus intereses. Noticias falsas, medias verdades y polémicas sirven para que el espectador haga sus propias conclusiones y reflexione sobre lo difícil que es conocer al país.