Lectura 7:00 min
Chevrolet Corvette Stingray 2020: Velocidad sin precedentes
La presentación organizada por la marca mostró la concepción de esta nueva entrega paso a paso. Contar con el motor central llevó al límite sus cualidades dinámicas.
Foto: Especial.
Mucho se ha dicho de la octava generación del deportivo estrella de la industria automotriz estadounidense. Desde que el año pasado que se reveló su llegada, causó conmoción y mucha expectativa su condición de motor central, el primero en su tipo en lo que va de su historia. En esta ocasión y gracias a una jornada sin igual configurada por el fabricante, te puedo dar más datos luego de platicar con el equipo de ingenieros responsables de su desarrollo desde que era sólo una idea hasta colocarme tras el volante y manejar por el Valle del Fuego, a las afueras de la ciudad de Las Vegas, así como en el circuito de Spring Mountain Motorsports siguiendo las indicaciones de pilotos profesionales.
Investigación y desarrollo
Seguramente has escuchado que grandes empresas tienen un departamento como éste en el que invierten millonarias sumas de dinero para crear productos innovadores, revolucionarios y únicos en el mercado. Justamente un área cómo esta fue la que completó al modelo más avanzado en términos de ingeniería y diseño de Chevrolet.
Steve Padilla, ingeniero de Desempeño de Vehículo, me explicó a grandes rasgos las fases a través de las cuales fue madurando este proyecto. Para ello, el equipo de expertos mostró cuatro vehículos, cada uno de características y aspectos muy diferentes. El primero corresponde a la carrocería de un pick up Holden Commodore que escondió la primera estructura de un vehículo con motor central, construido en el 2014.
Sus medidas, arquitectura de la suspensión y características generales responden a las mismas, o muy cercanas del C8. Para conocer las primeras reacciones se le montó el motor de la generación pasada del Corvette conectado a una transmisión PDK de Porsche, pues en la época Chevrolet no tenía una caja de este tipo. Una vez que se presentó a la junta directiva, el proyecto fue autorizado con un nivel de Protoclo de Alta Seguridad.
El siguiente paso se completó en el 2016; se fabricaron 11 prototipos, todos ellos con partes de carrocería del C7 como puertas, techo, cofre y algunas otras secciones. En esta etapa son visibles por primera vez las entradas de aire laterales cuyas formas fueron puliéndose poco a poco. Para engañar en la mayor medida posible a los paparazzis, además del conocido camuflage negro, se adhirieron piezas de espuma para cambiar el aspecto radicalmente. Los interiores y asientos fueron tomados de diferentes modelos Chevrolet.
Para el 2017, el tercer prototipo es una versión muy cercana a la definitiva. Con 100 unidades fabricadas, el interior y carrocería tienen rasgos muy adelantados. Estas unidades son las mismas que aparecieron en muchos medios especializados al ser captados en diferentes lugares como California, Michigan, Colorado, y que confirmaron las especulaciones del primer Vette de motor central. Además de rodar en el circuito de Nürburgring con el objetivo de ir perfeccionado su manejo y desempeño, todos estos vehículos sirvieron para completar las etapas de validación en áreas como la electrónica.
El último ejemplar, que a simple vista podrías asegurar que se trata de una versión final, estuvo listo en el 2018. Su número de serie o VIN termina con las letras EX, indicativo que se trata de autos sólo de uso interno y que no pueden ser vendidos al público. Fueron utilizados en exposiciones y ferias, pero también para que diferentes ejecutivos y empleados de la corporación los probaran y dieran sus opiniones para mejorarlo.
Atención a la velocidad
Este deportivo está pensado para ir rápido pero sin dejar de disfrutar del camino. Por ello es notorio que el diseño está orientado al conductor, desde la consola envolvente, el puesto de manejo así como el resto de los indicadores. La baja altura del asiento y su posición permiten una mayor conexión con el auto y el camino, sensación que se magnifica con un volante de buen diámetro y grosor, que favorece el agarre y la maniobrabilidad.
El clúster es completamente digital y configurable, lo que permite determinar qué información debe aparecer. Así, por ejemplo, en un paseo en carretera podemos optar por saber qué estación o canción se reproduce en el sistema de audio, pero si estamos en el circuito, lo más conveniente será conocer nuestros tiempos por vuelta, el régimen de giro del motor o la temperatura del lubricante.
En la configuración del interior destacan la pantalla de 8” hasta el ala sobre la que descansan los controles de sistemas y funciones.
Sin duda uno de los sistemas más interesantes es el Performance Data Recorder, que mediante una cámara de alta definición y una actualizada interfaz con el conductor, puede grabar las tandas de manejo en circuitos para conocer nuestro estilo y mejorarlo.
Entre el equipamiento con el que contará la versión que llegue a México está el aire acondicionado de doble zona y control automático, filtro antipolen, asientos calefactables y con ventilación, ajuste lumbar para el del conductor y ajuste de ocho vías para ambos.
La calidad es otra de las asignaturas que el Corvette C8 aprobó con mención honorífica. Los materiales y su integración nunca antes se habían visto en esta familia. Esto es notorio en áreas específicas como las costuras, los recubrimientos plásticos de la columna de la dirección o en el empalme de secciones de diferentes acabados como el techo y los recubrimientos de los postes A.
Armado al máximo
La estructura del C8 es más grande y liviana. Por ejemplo, la distancia entre ejes es de 2,722 milímetros contra 2,710 mm del C7. En lo que se refiere al ancho, ahora marca 1,934 milímetros contra 1,877 de la generación anterior; lo mismo ocurre con el largo total, ahora de 4,630 milímetros contra 2,710 milímetros.
El motor es un V8 que produce 495 hp y un par de 470 lb–pie; está conectado a una transmisión Tremec de doble clutch con 8 relaciones. Vale la pena recordar lo que ya te había contado hace algunas ediciones y que tiene que ver con las mejoras en la capacidad de entrada de aire a la cámara de combustión y de la salida de gases, por lo que respira mejor. También hay un nuevo árbol de levas mientras que el sistema de lubricación también fue revisado para ser más eficiente sin que exista riesgo de que se presente una falla en el circuito del lubricante aun cuando el motor sea sometido a mayores fuerzas laterales, ascendentes y descendentes. No puede faltar un diferencial de deslizamiento electrónico (eLSD), que reduce al máximo la pérdida de tracción mejorando la capacidad de aceleración en cualquier condición.
Meses después llegará la versión Z51 Performance Package, cuya suspensión utiliza el sistema Magnetic Ride Control 4.0 que adapta su dureza y altura para un mejor desempeño y mayor comodidad.
Ficha técnica - Chevrolet Corvette Stingray 2020
Motor: V8
Potencia: 495 hp
Torque: 470 lb-pie
Transmisión: Doble embrague 8 velocidades