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Ola de calor impacta los protocolos del deporte
El Tour de France y la Eurocopa Femenina son ejemplos de las competencias que están padeciendo los estragos climatológicos, teniendo que reformar sus reglas para el bienestar de los atletas.
Foto: Reuters.
El deporte no pasa desapercibido a las inclemencias del clima. La ola de calor que está azotando a Europa con temperaturas récord que se acercan a los 40 grados centígrados es un factor crítico para el desarrollo de competencias en aquel territorio, sobre todo con los dos grandes eventos de élite que se están llevando a cabo en este momento: el Tour de France (entre Dinamarca y Francia) y la Eurocopa Femenina (en Inglaterra).
Se trata de la segunda onda de calor que está viviendo el Viejo Continente en menos de un mes (la primera fue a finales de junio), pero esta última está provocando incendios forestales de gran magnitud en los territorios de Francia, España, Portugal y Grecia, lo que ha obligado a miles de habitantes y turistas a huir de sus residencias, además de provocar víctimas mortales entre los servicios de emergencias.
En el caso del deporte, las dos competencias que se han visto afectadas están dentro de la élite del ciclismo y el futbol. Es por ello que los organizadores y cabezas de estas competencias pusieron sobre la mesa propuestas para modificar sus protocolos y así garantizar la seguridad de cada uno de sus atletas, quienes no están acostumbrados a las temperaturas tan altas.
En el caso del Tour de France, el pasado domingo, antes del inicio de la etapa 15, se llevó a cabo una reunión en la que se dio el aval para modificar varios puntos a las normas y resguardar así a los deportistas. Una vez analizadas todas las peticiones y recomendaciones, los organizadores dieron libertad a los ciclistas de hidratarse en cualquier punto de las carreras.
“En aplicación del artículo 2.2.029 bis del reglamento de la Unión Ciclista Internacional (UCI) relativo al protocolo de debate sobre las condiciones meteorológicas extremas y la seguridad de los corredores, el grupo de trabajo compuesto por el jurado de comisarios, de Thierry Gouvenou (director de carrera), de Pierre-Yves Thouault (director adjunto del Tour), Florence Pommerie (jefe del servicio médico), Pascal Chanteur (representante de los ciclistas CPA) y Julien Jurdie (representante de los equipos AIGCP), se reunieron el domingo 17 de julio al margen de la 15ª etapa”, señaló la organización en un comunicado.
Como resultado, además de permitir a los ciclistas hidratarse en cualquier punto del recorrido, dieron vía libre para que los pedalistas arrojen sus bidones y otro tipo de aditamentos a los espectadores sin importar donde vayan, todo con el fin de mantenerse correctamente hidratados. Anteriormente, se estipulaban zonas para que los corredores dejaran los implementos que ya no usan y cuando los tiran fuera de esas secciones del recorrido pueden ser amonestados.
Además, los directivos tomaron las decisiones de permitir “el avituallamiento desde el kilómetro cero hasta los 10 kilómetros de meta” y “brindar botellas a los espectadores durante toda la etapa, respetando las condiciones de seguridad para el público y los corredores”. En etapas anteriores a la ola de calor, esto había sido motivo de sanciones económicas, sobre todo el brindar botellas en cualquier zona del recorrido.
Otra de las medidas tomadas en el Tour fue que el tiempo límite se amplió al 20% del tiempo del total de cada etapa. Los organizadores de la carrera también esperaban crear rociadores de agua a lo largo del escenario para mojar a los ciclistas, pero esta implementación se detuvo debido a las reglas de escasez de agua en el área del escenario.
Sin embargo, Amaury Sport Organisation (ASO), el grupo organizador principal del Tour, ha optado por rociar las partes de la ruta propensas a derretirse con grandes cantidades de agua para mantener el pavimento fresco e intacto. Para ello, la organización asignó 10,000 litros de agua destinados a enfriar el pavimento.
Ante la creciente presencia de incendios forestales que arrasan Europa, ASO tuvo que salir a aclarar que no tiene la intención de utilizar toda su asignación de agua para enfriar una sola etapa de la carrera, después de que se supusiera que los 10,000 litros se destinarían a enfriar únicamente la etapa 15.
“La realidad es bastante diferente y concierne únicamente a la seguridad de los ciclistas. Con la patrulla que pasa justo por delante de la caravana hemos identificado zonas que, de punta a punta, estarían entre 150 y 200 metros de lo que llamamos zonas de sangrado. Ahí es donde, debido al calor, el alquitrán se derrite y hace que la carretera se vuelva resbaladiza. Allí se regará para que se enfríen pues, de lo contrario, los ciclistas podrían resbalar y lastimarse gravemente. Como mucho vamos a llegar a los 350 litros”, aclaró Pierre-Yves Thouault, director adjunto del Tour.
A mediados de junio, la BBC reportó que Los eventos públicos al aire libre habían sido prohibidos en un área de Francia a medida que la primera ola de calor sin precedentes se extendía por toda Europa. Se tuvieron que cancelar conciertos y grandes reuniones públicas en el departamento de Gironda, alrededor de Burdeos.
Pero los rostros exhaustos de los ciclistas no son los únicos que han caracterizado los últimos días deportivos en Europa. Por su parte, en Inglaterra, la Eurocopa Femenina 2022 ha tenido que llevar a cabo un cambio importante a partir de los casi 40 grados que han endurecido las actividades al aire libre en a partir de la ronda de cuartos de final.
De acuerdo con reportes de ESPN, los organizadores de la UEFA decidieron implementar pausas de hidratación en los partidos de las selecciones femeninas, luego que el gobierno británico activara su alerta roja sobre las altas temperaturas a nivel nacional. Las entidades gubernamentales advirtieron que el calor extremo podría “provocar enfermedades graves o poner en peligro la vida sin limitarse a los más vulnerables”.
En primera instancia, fuentes comentaron a ESPN que el árbitro tendrá la autoridad para implementar un descanso para refrescarse si considera que las temperaturas son excesivas. No obstante, también señalaron que un delegado de la UEFA tomará un control de temperatura en el campo durante el calentamiento previo al partido y, si el nivel es de 32 grados centígrados o más, los árbitros deben implementar descansos para refrescarse.