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Kershaw se llevó la noche
Pese al calor, Clayton Kershaw no sudó durante su debut en la Serie Mundial, y su estupenda faena guió el martes a los Dodgers de Los Ángeles hacia una victoria por 3-1 sobre los Astros de Houston, en el primer juego del Clásico de Otoño.
Pese al calor, Clayton Kershaw no sudó durante su debut en la Serie Mundial, y su estupenda faena guió el martes a los Dodgers de Los Ángeles hacia una victoria por 3-1 sobre los Astros de Houston, en el primer juego del Clásico de Otoño.
Un jonrón de Justin Turner produjo dos carreras para romper el empate en la sexta entrada ante Dallas Keuchel. Y Kershaw tuvo control absoluto de la situación.
El as había esperado toda su carrera para que llegara este momento. Y una vez que subió a la lomita para su primer encuentro de Serie Mundial, lució como un digno heredero de Sandy Koufax, Orel Hershiser y todos los grandes pitchers en la historia de los Dodgers.
Galardonado tres veces con el Cy Young, Kershaw recetó 11 ponches, la mayor cantidad de un pitcher en un primer juego de la Serie Mundial desde 1968. Permitió apenas tres hits y no dio un solo boleto a lo largo de siete capítulos. Su tremenda curva hizo que los bateadores de Houston lucieran torpes.
El único descuido de Kershaw derivó en un jonrón de Alex Bregman, que empató la pizarra 1-1 en el cuarto acto.
Chris Taylor dio la ventaja a los locales, al encontrar el primer lanzamiento de Keuchel en el duelo para disparar un cuadrangular.
Brandon Morrow resolvió a la perfección el octavo inning y Kenley Jansen retiró en orden a los Astros en el noveno para acreditarse el salvamento, coronando una faena combinada de tan sólo tres inatrapables.