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El golfista más rico de la historia gana otra vez
Tiger seguro ya lo sabe después de que se sometió a su cuarta operación en la espalda: ni siquiera porque ahora se sienta bien quiere decir que estará así mucho tiempo, quizás pronto vuelva el dolor o a lo mejor ya no aparece.
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Tiger seguro ya lo sabe después de que se sometió a su cuarta operación en la espalda: ni siquiera porque ahora se sienta bien quiere decir que estará así mucho tiempo, quizás pronto vuelva el dolor o a lo mejor ya no aparece.
El riesgo de la fusión de vertebras es que nunca sabes qué puede suceder y que lo que sí es seguro es que si aparece la molestia de nuevo, puede ser mucho más fuerte que la anterior. Y cuando eso sucede y eres deportista de alto rendimiento tu carrera está en riesgo. Tiger Woods ha pasado cuatro veces por esto... y sigue.
Su espalda no tiene garantías para él, pero el golf le obsequia, por si acaso, otra historia de amor con el deporte. Después de cinco años, de más de 20 horas en quirófanos, más de tres años entre idas y vueltas en el green, le recuerda por qué es el mejor de todos los tiempos.
Tiger volvió a ser el mejor en un torneo de golf. No es poca cosa.
En la era de los héroes que parecen eternos, como Roger Federer, Lionel Messi o Rafael Nadal, nos habíamos olvidado de Tiger, el hombre color chocolate que dominó un deporte que era de la aristocracia y de los hombre acaudalados. Tiger representa la rebelión del color de la piel ante los estereotipos del golf.
¿Saben? Ni siquiera en todo este tiempo en que no ganó un torneo, que vivió su tormento personal, que algunos patrocinadores se fueron, él dejó de ser el golfista con más dinero en toda la historia.
Con su victoria Woods ya tiene 115.5 millones de dólares únicamente por lo que ha ganando en los torneos (superando los US 88.1 millones de Phil Mickelson).
Este año ya está en el top 10 de la lista de ganancias de la PGA con 5.4 millones de dólares, el año pasado no figuró entre los 50 de la clasificación.
Nadie como él en toda la historia de un deporte que supera los 100 años y nos recordó por qué. Además, nadie como él para hacer plata, mucha plata.
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El Tigre puso fin a una sequía de títulos que duraba cinco años. En East Lake Golf Club los fans le rodeaban como séquito y vitorearon al norteamericano cuando encaró el último hoyo con una amplia sonrisa en su cara. Por fin, un título en sus manos.
“He tenido que luchar durante todo el día pero me ha encantado esta jornada. Era un gran desafío a principios de año el pensar que podía volver a ganar pero a lo largo de las competiciones vi que era posible”, explicó emocionado.
Con una tarjeta de 71 golpes, uno por encima del par, Woods había hecho los deberes en las tres anteriores para finalizar el torneo con 269, a dos de su compatriotas, Billy Horschel, (271) y con cuatro de margen sobre el también norteamericano Dustin Johnson (273), segundo y tercero respectivamente. Así, Woods sumó el título 80 de su carrera deportiva y se quedó a únicamente dos del récord absoluto de su compatriota Sam Snead.
“La pasé mal conteniendo las lágrimas en el último hoyo. No dejaba de decirme: ‘Eh, aún puedes tirarla fuera. Pero una vez metí la bola en el green, choqué la mano de Joey (LaCava, su caddie) porque sabía que lo había conseguido”.
El británico Justin Rose terminó en la cuarta posición con 274 golpes tras una decepcionante última jornada, que concluyó con tres por encima del par, pero acabó haciéndose con la FedEx Cup como el primero de la clasificación anual del circuito de la PGA.
Los 30 mejores jugadores de la temporada 2017-2018 de la PGA Tour se dieron cita pero ninguno como Tiger, con ese imán de miradas en el mundo del golf y deportivo en general.