Homenajes, energía y mucho baile durante el Vive Latino 2016

Esto ya se está terminando. Una edición más del Vive Latino que toca despedir. Llega el día domingo. El sol dejaba notar sus reflejos en cada rincón del Foro Sol. Un calor inmenso abrumaba a todos los asistentes. Lentes de sol y sombreros fueron los nuevos mejores amigos.

Se podía apreciar un claro aumento en la gente a diferencia del día anterior. Y todo pintaba para ser un día lleno de muchas sorpresas y pura buena música. La primera de ellas fue ver a la sensual Ely Guerra, quien no estaba en el cartel del evento, pero se presentó en el escenario Momentos Indio haciendo corear sus canciones a todos aquellos que decidieron llegar temprano a este festival.

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Muchos se veían exhaustos por el primer día, otros tantos aún crudos, pero jamás rindiéndose; todos siempre con una buena actitud disfrutando de cada rincón y ritmos que ofrece este festival musical.

Chetes llenó de colores el escenario, quien a pesar del fuerte sol que hacía, hizo que sus fans viajaran en el tiempo con sus memorables temas más emblemáticos a lo largo de su carrera.

La intensidad del calor subía, obligaba a todos a refrescarse con lo que tuvieran a la mano: algunos con nieves, otros con cervezas, pero eso sí, jamás perdiendo la actitud vive latino. Ellos esperaban a sus bandas favoritas y muchos corrían a los distintos escenarios para estar en el mejor lugar.

Llega el turno de una de las más esperadas del domingo: Carla Morrison, quien hizo gala de su romántico desgarre emocional, interpretando temas como Eres tú , Compartir y su emblemático Déjenme Llorar logrando arrancar lágrimas en algunos de sus fans, incluso ella estuvo al borde de las lágrimas debido al gran éxito en su público. Gil Cerezo, de Kinky, fue la gran sorpresa preparada por Morrison para cantar juntos "A dónde van los muertos"; la multitud no esperó para saltar y disfrutar del encuentro.

Mientras tanto, en otro de los escenarios se presentaba Porter. Aunque ya muchos habíamos visto a la agrupación con su nuevo vocalista David Velasco -quien por cierto lo hace muy bien-, existía cierta incertidumbre de ver cómo reaccionaría el público del Vive Latino después del exitoso reencuentro en el 2013 con su ex vocalista Juan Son. Pero la grata sorpresa fue que a pesar de que tuvieron algunos retrasos para salir, la gente esperó paciente y con emoción a la agrupación para después corear sus temas más clásicos como Espiral y el nostálgico Host of a Ghost , terminando con una gran ovación.

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El sol comenzaba a esconderse, el público generaba aún más energía positiva. Todos esperaban a los grandes de la noche a pesar del cansancio acumulado. Llegaba ese momento en el que ya querías ver a las últimas grandes bandas, pero al mismo tiempo no querías que terminara la experiencia de este gran festival.

Algunos escogieron tacos de canasta, otros pizzas y hamburguesas, pero todos disfrutaban de una comida rápida sentados en las proximidades de los escenarios esperando a sus bandas.

Llegó el momento de una de las mejores presentaciones de la noche, con Savages. A pesar de que en ese instante se encontraba en el escenario principal Café Tacvba, el público se portó muy intenso con estas chicas, llenando de energía y brincos su presentación, finalizando con su gran tema Adore Life .

La buena vibra y energías positivas se hicieron presentes en el escenario principal con los tacubos: de la nada un vocho emulando a una bola disco descendió de las alturas del escenario. Rubén Albarrán salió del auto trayendo consigo la hora de Café Tacvba, abarrotando con un lleno increíble. Miraras a donde miraras no se le veía fin al mundo de cabezas de los fans que fueron a corear grandes temas como Ingrata , Las flores y Amor divino . Éste fue el número más aplaudido de esta edición del Vive Latino.

El gran cierre del festival estuvo a cargo de la banda inglesa The Prodigy. Liam Howleft, Keith Flint y Maxim pusieron a bailar y brincar como nunca al Vive Latino interpretando temas como Firestarter , The Day is My Enemy y Omen con un increíble espectáculo de luces y juegos visuales que retumbaban en las cabezas de los fans con la brutalidad y salvajismo que a ellos caracteriza, lo cual dejó claro que la música electrónica del Reino Unido no es un juego de niños.

Alrededor de la 1 de la mañana las luces del escenario se apagaron. Esto anunciaba el adiós de una increíble edición más del Vive Latino. Una catarsis de emociones pasaban por nuestra cabeza. Aún se podían sentir las vibraciones de los amplificadores en nuestros cuerpos. El dolor muscular después de tanto slam, tanto baile y horas de estar parado comenzaba a sentirse.

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Las puertas del Foro Sol se llenaron. Todos nos dirigíamos a las puertas más cercanas, habiendo dejado todas nuestras energías en aquellos escenarios en donde sudamos tanta música durante dos días.

Algunos en Uber, otros en los autobuses ruta del festival, cada quien se iba a sus casas como mejor le convenciera. Con voces roncas de tanto grito y nuestras carteras a medio vaciar, pero eso sí, todos con esa emoción que te deja una experiencia más de vida.

erp