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Francisco González: “El Banco de España no quiso afrontar el problema de Bankia”
Francisco González fue contundente al dar su opinión sobre Bankia y cómo gestionó el supervisor la crisis de la entidad durante su declaración como testigo en el juicio que investiga si Bankia estafó a los inversionistas en la salida a Bolsa del 2011.
Francisco González fue contundente al dar su opinión sobre Bankia y cómo gestionó el supervisor la crisis de la entidad durante su declaración como testigo en el juicio que investiga si Bankia estafó a los inversionistas en la salida a Bolsa del 2011.
“Banco de España no quiso afrontar este problema (el de Bankia). Su posición era ganar tiempo con los SIP para que no entrara capital público”, señaló. Según ha relatado, esta posición era contraria a la del ministro Luis de Guindos y por eso éste decidió apartarle de la gestión de la crisis de la entidad.
“No era normal que en las reuniones que convocó el ministro Guindos con el señor Rato y otros banqueros no estuviera el Banco de España”, ha afirmado. González ha admitido que en una de esas reuniones dijo a Rato que lo mejor era que dimitiese porque no iba a poder levantar en el mercado los 15,000-20,000 millones de euros que él creía que necesitaba el banco. Emilio Botín le apoyó, según refirió, mientras que Isidro Fainé, el otro banquero presente en aquella cena, se mostró “dubitativo”.
Según su relato , la colocación de Bankia fue apoyada tanto por el gobierno como por el propio Banco de España. “La salida a Bolsa fue una mala decisión y no sólo de los administradores sino de un conjunto de instituciones, incluido el poder político, que con presiones se volcaron a hacer algo que no se debió haber hecho. Pensaban que si fracasaba la operación, España iba a colapsar y eso fue un gran error”, ha explicado.
Después fue más taxativo: “El gobierno impulsó la OPS”. Según explicó, el entonces subgobernador, Javier Aríztegui, llamó al consejero delegado de BBVA para invitarles a participar en la salida a Bolsa.
BBVA fue de los pocos inversionistas institucionales españoles que no compraron acciones en esta colocación. Francisco González ha sido muy explícito al explicar por qué. “Los inversionistas internacionales no pusieron ninguna orden de compra y eso significaba que Bankia no valía nada (...) Pensábamos que podíamos parar esa salida a Bolsa si no participábamos, pero no nos hicieron caso”, se ha lamentado.
No obstante niega que haya habido engaño a inversionistas. “No creo que haya habido dolo por parte de nadie, sino que fueron circunstancias en parte propiciadas por el poder político pensando que si esta operación salía adelante se salvaba España, y eso fue un gran error”, dijo.