Se expanden los cultivos de hoja de coca en el territorio nacional

Los grupos del crimen organizado están apostando por el desarrollo de cultivos de hoja de coca en el sureste de México. Cifras del Ejército revelan que este año los plantíos se han incrementado de manera importante, aunado a que se han expandido a diferentes municipios.

Desde el 2014 y hasta mayo pasado, elementos del Ejército mexicano habían destruido 59.1 hectáreas de plantíos de hoja de coca en los estados de Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Según análisis de la consultora en riesgos Lantia, en las zonas en donde se han erradicado cultivos de coca en México tienen presencia de los cárteles Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, los remanentes de los Zetas, los Beltrán Leyva, además de escisiones de Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana, entre otros grupos delincuenciales locales.

Datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), divulgados vía ley de transparencia, precisan que los primeros cultivos de coca en México fueron destruidos el 8 de septiembre del 2014 en el municipio de Tuxtla Chico, en Chiapas. Su extensión conjunta fue de 1,250 metros.

Entre el 2015 y 2019 no se registraron datos de erradicación. Para el 2020 se contabilizó uno en Villa Comaltitlán, en Chiapas con una extensión de 1,000 metros.

Para el 2021, fueron siete los cultivos ubicados y erradicados, todos en Guerrero en Atoyac de Álvarez (6) y Tecpan de Galeana (1) cuya superficie, en su conjunto, fue de 4.2 hectáreas.

En 2022, el número de plantíos erradicados se disparó ya que se contabilizaron 70 en total, 63 (900%) más que en el 2021. Este año en total fueron destruidas 33.4 hectáreas, todas en Guerrero, entre los municipios de Atoyac de Álvarez, Petatlán y Técpan de Galeana.

Se expanden cultivos

Para este 2023, entre enero y mayo pasado, el Ejército ha erradicado 96 plantíos, 37% más que todo el año pasado. En los primeros cinco meses del año, la superficie de hoja de coca destruida asciende a 20.3 hectáreas.

Este año las cifras indican, también, que los cultivos se han extendido en Guerrero y han aparecido los primeros en Michoacán.

Además de los municipios guerrerenses de Atoyac, Tecpan y Petatlán, en donde fueron encontrados plantíos en 2022, este 2023 se han descubierto plantaciones en la capital de Guerrero, Chilpancingo, así como las localidades de Ajuchitlán y Coyuca de Benítez.

Mientras que por primera vez la Sedena reportó hallazgos de cuatro plantíos en Michoacán en los municipios Pallares (2) y Aquila (2).

Cambio en dinámica

Para Vicente Sánchez, Munguía, investigador del Colegio de la Frontera Norte el aumento del número de plantíos de coca en el país tiene diversas aristas a explicar, que van desde la introducción de fentanilo en el mercado hasta posibles desplazamientos de miembros del crimen de Sudamérica.

De acuerdo con el especialista, Guerrero es uno de los territorios en tradicionalmente la amapola había jugado un rol importante en el ingreso de comunidades que se dedicaban a este tipo de actividad ilegal de manera permanente.

Grupos delincuenciales se dedicaban a procesar la amapola y mandarla a Estados Unidos, sin embargo, este enervante fue desplazado por el fentanilo.

Ahora, “es probable que la coca es un sustituto para alguna de las comunidades”, manifestó.

Vicente Sánchez también indicó que existen algunos problemas en países de Sudamérica, como el caso de Colombia, lo que estaría dificultando el trasiego de coca desde aquel país.

“El propio Ejército ha reportado que en los enfrentamientos ha encontrado a miembros del crimen organizado que son de origen sudamericano entonces esto podría estar muy vinculado (...) Podrían ser parte de la estructura de que están montando para el cultivo”, opinó.

El especialista en seguridad advirtió que existe un riesgo importante en el aumento de cultivos en el país ya que, desde su perspectiva, se podría estar trayendo a personal especializado para la producción de los campos de hoja de coca.

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