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Política

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Crean código de ética, pero se excluyen

El documento, específicamente para trabajadores administrativos de la Cámara, les prohíbe utilizar su cargo público para obtener beneficios personales de tipo económico o favores sexuales.

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El Senado de la República emitió por primera ocasión un código de ética y conducta para sus trabajadores administrativos, a quienes prohíbe utilizar su cargo público para obtener beneficios personales de tipo económico o favores sexuales, usar los recursos financieros de la Cámara para beneficiar a algún político, interponer denuncias injustificadas contra otro servidor público y perjudicar la imagen del Senado.

El código es para evitar la corrupción en el área administrativa, aunque no procede para senadores, pese a que no tienen un documento similar.

Con el código, los funcionarios públicos tienen prohibida la portación de la credencial y la papelería oficial para beneficio personal o familiar o para perjudicar a terceros.

Incluso tienen restringido comunicar o difundir información falsa, que pudiera dañar la imagen del Senado y/o de sus servidores públicos .

Por ello están obligados a la lealtad institucional , por lo que deben guardar fidelidad a la institución y sus patrones, protegiendo la confidencialidad de la información y privilegiando el bien de la Cámara, sobre intereses particulares o de grupo .

No pueden aceptar ni solicitar personalmente, o a través de otra persona, dinero, regalos o cualquier otra compensación para agilizar un trámite, asignar un contrato o dar información.

Precisa que está estrictamente prohibido utilizar los recursos humanos, financieros y materiales del Senado, para favorecer o perjudicar a algún partido político o bien, de solicitar o exigir la colaboración de los compañeros para dicho propósito .

Para evitar conflictos de interés deben abstenerse de participar en los procesos de licitación si tienen vínculos familiares con el proveedor, ni podrán involucrarse en situaciones que pudieran representar un potencial conflicto entre intereses.

El documento, disponible en la página web de la Cámara Alta, precisa que los trabajadores no pueden acceder a la oficina si están bajo el efecto de enervantes, alcoholizados o drogados.

tania.rosas@eleconomista.mx

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