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Romper el vicio: gobernar sin los otros datos

Enrique Campos Suárez | La gran depresión
Son, efectivamente, siete años de un mundo de “los otros datos”. Es la demostración de que un cambio sexenal no cambió en nada esa retórica populista del expresidente López Obrador.
Al cierre de este año siete, a los actos terroristas se les tiene que maquillar con eufemismos desde la flamante nueva Fiscalía General de la República (FGR) para dejar el atentado del pasado fin de semana en Coahuayana, Michoacán en el conocido terreno del crimen organizado.
Claro, al tlatoani no le gustaba la realidad de enfrentar actos terroristas en México, a los que llamaba propaganda, y en este año siete la FGR tuvo que recular en su clasificación del delito.
Y también en la economía el mundo de los otros datos está intacto y no solo en los más intangibles datos macroeconómicos, sino hasta en los datos del empleo.
Como cada año, el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) repite el mismo numerito de parecer en la mañanera y dar cuenta del dato histórico de creación de empleos.
Uno desearía que los funcionarios públicos tuvieran, entre muchas otras, dos características: que entendieran las cifras y que hablaran con la verdad con esos datos en la mano.
El punto es que Zoé Robledo aparece con los datos laborales al cierre de noviembre, porque lo veremos desaparecer cuando se tengan que dar a conocer la cantidad de plazas perdidas por cuestiones estacionales en diciembre. Ahí si ni sus luces veremos.
Bueno, el director del IMSS presume que nunca había registro de 22 millones 837,768 puestos de trabajo afiliados. Un dato que muere en la inexactitud del aumento poblacional, algo que debería saber ese funcionario y que, si lo sabe, no debería abusar del desconocimiento generalizado de los seguidores de la mañanera.
Pero hizo algo más en esa osadía de retar a la verdad con el mundo de los otros datos: presumió que hasta este el año siete de López Obrador se han creado cerca de 2.2 millones de empleos formales.
Un dato que debería ser razón para el rompimiento de las políticas del sexenio pasado, en este el primer año de Claudia Sheinbaum, lo presumen sin decoro.
Cualquier experto en temas estadísticos y laborales puede llegar a una conclusión muy sencilla, por la pirámide de la población en su composición actual, desde el 2018 a la fecha debieron haberse agregado año con año 1.2 millones de nuevas plazas laborales netas.
Eso daría, en matemáticas simples, la necesidad de haber generado 8.4 millones de plazas laborales formales y no presumir que se crearon ¡6.2 millones de puestos de trabajo menos del mínimo indispensable!
La persistencia del mundo de “los otros datos” no es solo un error retórico heredado, es un peligroso instrumento de gobernanza que distorsiona la realidad de manera deliberada ante una sociedad dividida entre los que han creído lo que sea en estos siete años y los que han aprendido a desconfiar de esa información en todo este tiempo.
Es indispensable que éste sea el año uno de buscar soluciones reales y no solo el año siete de construir sobre mentiras, porque la verdad, por incómoda que sea, es el único punto de partida digno para gobernar.
Por la pirámide de la población en su composición actual, desde el 2018 a la fecha debieron haberse agregado año con año 1.2 millones de nuevas plazas laborales netas.

