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México, casado con EU, pero enamorado de Maduro

El martes, la presidenta Sheinbaum se manifestó en contra de la reactivación del programa “Quédate en México” anunciado por Donald Trump durante su discurso de toma de posesión, el lunes.
Un día después, el programa entró en vigor y la presidenta justificó el operativo por motivo a las bajas temperaturas.
El martes, la presidenta dijo que México no firmará un acuerdo de Tercer País Seguro. De facto, México aplicó un acuerdo de este tipo durante el primer Gobierno de Trump, pero sin recibir dinero para ayudar al mantenimiento de miles de inmigrantes deportados.
Si camina como pato, grazna como pato, tiene patas cortas como pato y tiene pico aplanado, se llama acuerdo de Tercer País Seguro. En el caso de México se tendría que llamar Tercer País Inseguro.
El martes, la presidenta transmitió tranquilidad en su conferencia pese al discurso inaugural de Trump. Comentó que el estadounidense ya había aplicado las mismas amenazas durante su primer gobierno.
La realidad es otra. Ni México ni Trump 2.0 son los mismos de hace ocho años.
AMLO se manejaba en dos pistas: la realidad y los hechos alternativos. Sheinbaum se encuentra en tres pistas: la realidad, los hechos alternativos y AMLO.
El error más peligroso que podría cometer la presidenta Sheinbaum sería pensar que la mejor política exterior es la doméstica (tercera pista).
No ha integrado a su plan la variable Marco Rubio.
El secretario de Estado actual no se parece a Pompeo ni a Blinken; y está muy lejos de Tillerson, los anteriores funcionarios que encabezaron la diplomacia estadounidense.
Marco Rubio es un caza-dictadores.
La conversación entre Rubio y el secretario De la Fuente fue “cordial”, comentó Sheinbaum la mañana del miércoles.
Sin embargo existen algunos pies de página.
Ya van 14 días y el secretario Juan Ramón de la Fuente no ha explicado la razón por la que México avaló el fraude electoral de Nicolás Maduro.
Ayer, la oficina de Rubio reveló que el secretario de Estado dedicará su primera gira al exterior a América Latina: no viajará a México.
Otro tema que preocupa es la nula empatía entre la presidenta con Marcelo Ebrard. El secretario de Economía estaba listo, como lo hizo en Bruselas Ursula von der Leyen, para cortar el listón inaugural del acuerdo comercial. Sheinbaum avisó que no está listo el acuerdo.
¿Sheinbaum no quiere protagonismo de Ebrad o no quiere hacer enojar a Trump? Pueden ser ambas.