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Opinión

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Decreto nearshoring, anzuelo a la inversión

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EU, los problemas de México parecen mucho más difíciles de remontar. 

Débil crecimiento económico, frágiles finanzas públicas, endeble Estado de Derecho, compromisos sociales crecientes, insuficiente creación de empleo, entre otros.

Al mismo tiempo, hay quienes consideran que la difícil circunstancia que se presenta con el relevo presidencial estadounidense representa una oportunidad, si el gobierno mexicano logra hacer una buena negociación.

Sin lugar a duda, todo dependerá de los probables acuerdos entre las partes.

Pero por lo pronto, México se encuentra como nunca antes, frente a un cambio radical del nuevo Presidente de Estados Unidos en su perspectiva de las relaciones económicas de su país.

Los presagios, no son halagüeños.

Alfredo Coutiño director investigador de economía de Moody’s Research, pronostica que habrá fuga de capitales y el nearshoring será mermado por los aranceles.

La propia agencia calificadora recortó a fines del año pasado, su pronóstico de crecimiento económico de México a 0.6% para el cierre del 2025.

En ese contexto, el gobierno de México en los últimos días presentó un ambicioso Plan México, que busca fundamentalmente, hacer crecer la economía mexicana, reconvertir su modelo de producción, impulsar la reindustrialización y aprovechar el nearshoring, entre otros objetivos.

Este 21 de enero, el gobierno de Claudia Sheinbaum lanzó su primer anzuelo al enorme océano de oportunidades de inversión que se registran con el fenómeno mundial de la relocalización de empresas.

Como parte del Plan México que busca captar 277,000 millones de dólares de inversiones extranjeras directas identificadas en 1,000 proyectos, el gobierno mexicano ofrece a través del Decreto Nearshoring, estímulos fiscales a la inversión, por un monto global de 30,000 millones de pesos, con vigencia hasta el año 2030.

De este monto total, 28,500 millones de pesos se destinarán a bienes nuevos de activo fijo.

Mientras que el remanente de 1,500 millones de pesos se concederá para capacitación e innovación.

La intención es que las Micro y Pequeñas Empresas (MiPymes) obtengan 1,000 millones de pesos del presupuesto global del Decreto Nearshoring

Este busca fomentar nuevas inversiones mediante la oferta de deducibilidad de impuestos en gastos de construcción de inmuebles, maquinaria y equipo.

Tanto como para la capacitación dual y la innovación que implique el registro de patentes.

Dispone la creación de un Comité de Evaluación que determinará qué empresas pueden calificar para recibir los estímulos fiscales.

Estará integrado por representantes de las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Economía (SE) y también del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización.

Se encargará de evaluar los proyectos de inversión en bienes nuevos de activo fijo, los convenios de colaboración en materia de educación dual, o bien, los proyectos de inversión que den lugar al desarrollo de la invención para la obtención de patentes.

El Decreto Nearshoring parece un buen incentivo.

Sin embargo, frente a la circunstancia que se está viviendo entre México y su principal socio comercial, tendría que ser mucho más amplio.

La reticencia que se venía registrando en la inversión privada por los cambios que implica la Reforma Judicial, aumentará si Trump cumple con su decisión de aplicar aranceles del 25% a todas las exportaciones de México a EU.

El Plan México, está en la ruta correcta, pero tendría que ejecutarse a marchas forzadas.

El nuevo horizonte para saber si México recibirá o no el obús arancelario, es el próximo primero de febrero.

Aunque lo más probable es que la fecha clave será el próximo primero de abril, cuando las oficinas y agencias responsables concluyan los informes en materia comercial que pidió Trump para definir sus acciones.

Para entonces el secretario de Comercio y el representante comercial designados, Howard Lutnik y Jamieson Greer, ya habrán sido ratificados por el Congreso y podrán ejecutar lo que determine el presidente de EU, de acuerdo con un análisis de Barclays.

Trump ya firmó dos de las tres órdenes ejecutivas que había anunciado, en contra de México: el cierre y militarización de la frontera y la clasificación como grupos terroristas a los cárteles de las drogas.

El discurso del gobierno mexicano se ha mantenido en la firme defensa de la soberanía.

La Presidenta de México y su equipo analizan a conciencia las medidas adoptadas y la anunciada por Trump, para diseñar su estrategia.

No hay mucho tiempo, no hay mucho espacio.

El gobierno mexicano tendrá que encontrar el camino para coordinarse con el de EU y cooperar en materia migratoria y de combate a la delincuencia en México, para evadir la aplicación de aranceles.

Al tiempo.

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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