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La Catrina, más efectiva que nunca
La Muerte está tan segura de su victoria,
que nos da toda una vida de ventaja.
Anónimo
Muchos extranjeros se sorprenden cuando atestiguan la manera como los mexicanos tradicionalmente nos relacionamos con la muerte. Desde la calaverita poética hasta la de azúcar, desde los altares hasta la fiesta en los panteones, el folklore mexicano es único.
Con el otro mundo, mantenemos una vinculación respetuosa, desafiante y burlona. Un buen ejemplo son las formas populares como nos referimos a la muerte, como la Parca, Calavera, Tiznada, Huesuda, Pelona, Calaca, Catrina, Flaca. Incluso, tributos nacionalistas la nombran como la democrática, la justiciera o la libertadora.
Por nuestra parte, hoy recordamos a María Guadaña con números. En el 2019, en México “se nos adelantaron” 747,784 personas. Lo cual significa una tasa de 59 fallecimientos por cada diez mil habitantes. Son las cifras más altas en los últimos nueve años. La dama de negro es cada vez más efectiva. Aunque sin duda, el 2020 colocará un récord sorprendente: las estimaciones conservadoras ya proyectan un millón de muertes.
Los estados más visitados por la Señora Patas de Ixtle, es decir, donde hubo las mayores tasas de muerte fueron la Ciudad de México, Chihuahua y Morelos. En contraparte, la Pálida visitó menos a Quintana Roo, Baja California Sur y Estado de México. No olviden que hablamos de muertes por cada diez mil habitantes.
Las diez causas por las que más mexicanos se han encontrando con la Malquerida son, en ese orden, enfermedades del corazón, diabetes, tumores malignos, enfermedades del hígado, homicidios en quinto lugar. Le siguen enfermedades cerebrovasculares, accidentes, influenza y neumonía; enfermedades pulmonares y obstructivas e insuficiencia renal en décimo lugar.
El pretexto principal con el que la Jala Parejo se llevó a los paisanos fueron las enfermedades del corazón, que fue el caso de 156,041 fallecidos. Considerando el subregistro, y que todavía le faltan dos meses a este año, queda claro que el Covid-19 estará, el próximo año, muy a la cabeza de esta lista.
Los meses en los que la Tembeleque más visitó nuestro país fueron enero y diciembre. Se cumplió en parte aquel brusco dicho: “enero y febrero, seguro desviejadero”. En tanto que los meses de menores decesos fueron junio y septiembre.
Le platico también los tres principales espacios en los que Doña Osamenta recoge a los paisanos. De cada 100, poco más de 44 muere en su hogar, 19 en el Instituto Mexicano del Seguro Social y 13 en la Secretaría de Salud.
Estas son algunas de las cifras de quienes, se dice en expresiones populares, entregaron el equipo, se petatearon, colgaron los tenis, chuparon faros, estiraron la pata. Sin embargo, más allá del jolgorio que especialmente colorea el país alrededor del Día de Muertos, cada una de estas ausencias, infinitamente más que un número, es un hueco que no se llena. Conviene tenerlo en cuenta, ahora que parecería que nos vamos acostumbrando a las muertes del coronavirus. Hay miles que podrían no haber sido.
@VicenteAmador
