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Energía, ¿monopolio o apertura?
El futuro de México en materia de energía está frente a una disyuntiva.
Dicho en otras palabras, la sociedad mexicana, a través de su voto, deberá decidir por una de dos opciones que se excluyen mutuamente.
Con su voto, decidirán si apoyan el modelo de continuidad que ofrece la candidata oficial, Claudia Sheinbaum.
Con el que seguiría “fortaleciendo” a Pemex y CFE y mantendría el discurso “nacionalista”.
Aunque contradictoriamente ha dicho que impulsaría las energías limpias.
Ó, por el contrario, con el sufragio, decidirán si optan por la oferta de la candidata de oposición, Xóchitl Gálvez que promete aplicar lo que dice la Constitución.
Es decir aplicaría la reforma energética que promueve la apertura a la inversión privada nacional e internacional y procura la competencia entre las empresas del sector, tanto en el petróleo como en la electricidad.
Hay muchos temas que interesan y preocupan a los ciudadanos y que tomarán en cuenta en el ejercicio de su derecho a elegir.
Pero sin duda, un elemento central que tiene que ver con la economía de las personas y familias, son los precios de las gasolinas, el diesel y la luz eléctrica.
El “gasolinazo” –como se conoció en su momento a la decisión de liberar el precio del combustible, hacia el final del sexenio de Enrique Peña Nieto– fue uno de los “arietes” político-electorales que más utilizó y seguramente más beneficio le redituó al entonces candidato y actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
En Youtube, cualquiera puede encontrar un video que hizo –cuando andaba en campaña–, frente a una bomba de gasolina, en el que critica el aumento en su precio y asegura que está más cara en México que en Estados Unidos y Guatemala.
La crítica intensiva al “gasolinazo” y la oferta de que si ganaba las elecciones no sólo no aumentaría, sino que reduciría a 10 pesos el precio por litro de gasolina, fueron parte de los mensajes más poderosos de su campaña.
Los hechos demuestran que no cumplió con su promesa. Ahora solo habla de que no ha aumentado en términos reales. Ya no menciona que ofreció que la bajaría a 10 pesos.
Como presidente electo, comenzó a gobernar, aún sin haber asumido formalmente la primera magistratura.
Además de ordenar la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, suspendió las rondas petroleras.
Durante su campaña había anticipado que si ganaba las elecciones, pediría al presidente Peña Nieto, suspender las rondas petroleras para revisar si los procesos se habían conducido con legalidad hasta el momento.
En el mismo mes de julio de 2018, la Comisión Nacional de Hidrocarburos anunció la postergación de las rondas petroleras. Estas, ya no se reanudarían, en todo el sexenio.
En su último libro, titulado ¡Gracias!, el presidente lopezobrador afirma que “por detener la reforma energética de EPN, sufrí un infarto”.
La cita presidencial deja claro lo importante que es para su discurso, para su proyecto y para su gobierno el tema energético.
En el caso del petróleo el Presidente de la República optó por aplicar una contrarreforma de facto al cancelar las rondas petroleras.
En el de la energía eléctrica, también suspendió las subastas de largo plazo (con las que se llegó a registrar el precio más bajo en energía eléctrica), avanzó por la vía administrativa y presentó una iniciativa de ley eléctrica que fue rechazada por la Corte.
En ambos sectores debilitó y colonizó a los órganos reguladores, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía.
La política energética representa el punto clave de los dos modelos económicos que representan las candidatas con mayor posibilidad de ganar la Presidencia de la República.
La candidata de oposición, Xóchitl Gálvez, representa una alternativa diferente al modelo de energía lopezobradorista basado en un discurso “nacionalista” y de “presunto rescate de Pemex y la CFE”.
Gálvez propone un modelo de apertura y competencia entre las empresas privadas y las del Estado.
Sheinbaum ofrece continuar con la política energética del presidente López Obrador.
En síntesis se trata de dos modelos en materia de energía: el modelo monopólico del actual gobierno; ó el modelo de apertura de la candidata de oposición.
Pemex registra una condición financiera muy delicada, su producción ha caído, sigue sobreendeudada internacional y localmente y sigue representando un barril sin fondo.
Tampoco se logró reducir el precio de la gasolina a los consumidores.
Veremos cómo votan los ciudadanos.
