Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

City manager

Lo suntuario, lo superfluo, va contra lo austero, y en la ciudad de México se pueden numerar varios ejemplos.

El gobierno federal habla de austeridad. Impuesta por las circunstancias, de otro modo seguiríamos con cuentas alegres. Lo secundan algunos mandatarios locales, poderes y partidos. El tema se toca cuando repican recio, o sea que el manejo de los fondos públicos está lejos de ser austero. La sobriedad debería ser regla estricta en todo tiempo y lugar; es dinero del contribuyente, del pueblo. El hombre común, convertido en funcionario omnipotente, derrocha con frecuencia en obras que tienen más que ver con su conveniencia que con el bien común.

Dudemos de las intenciones. En la sección Ciudad de Reforma, septiembre 15, portada, leemos: Mete tijera Mancera . En página 3, plana entera, el jefe de Gobierno aparece abrazando a una viejita. Durante varios días hemos podido admirar su foto amplificada.

Lo suntuario, lo superfluo, va contra lo austero. Algunos ejemplos respecto de la ciudad de México.

Mazaryk, obra lujosa para los ricos. Peligro de que cunda la imitación del modelo a otros delegados. Enfermedad contagiosa, la banquetitis, consistente en destruir banquetas en buen estado para construir nuevas. O hacerlo donde no hay peatones, como en Las Lomas. Cuidar la flora y barrer las calles que transitan los ricos. Costosísima remodelación de Chapultepec, con todo y El Sope, innecesaria. Los septembrinos fuegos artificiales e iluminaciones, el pan y el circo de siempre. Mil maneras de despilfarrar, como los senadores que, extenuados, se inventan sus vacaciones.

Casi todas las calles están hechas una desgracia. ¡Qué vergüenza! Pero tranquilicémonos: don Ricardo Monreal, para atacar los problemas de baches, fugas de agua y faroles, implementará la figura del city manager, un tablero de control para cumplir estrictamente procedimientos y tiempos de respuesta (Reforma, 12 de septiembre). Demagogia pura. Y en inglés.

Ojeen una guía de restoranes por zonas: Aeropuerto, Centro, Condesa, Roma, San Ángel, Coapa, Coyoacán, Lomas, Interlomas, Polanco, Del Valle, Santa Fe, Tecamachalco, Satélite, Lomas Verdes, Tlalpan, Nápoles, San Jerónimo, Desierto, Bosques y Lindavista. En pocos barrios habita la gente bien, incluidas las cúpulas de izquierda; nomás faltaba, no voy a ubicar mi residencia en la Juan Polainas. ¿Y los centenares de colonias populares dejadas de la mano de Dios?

¿Qué tal si todos los fondos oropelescos aludidos, modestos ejemplos en comparación con el elevado de Av. Revolución, se dedicaran a paliar carencias urgentes de la población pobre de la ciudad, mayoría aplastante?

paveleyra@eleconomista.com.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete