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El peso y la teoría del Purchasing Power Parity
El país pudo transitar por la peor crisis financiera de los últimos 80 años sin registrar una devaluación de proporciones mayúsculas como las que hemos visto en el pasado, sobre todo a partir de la década de los 70.
Ya hemos comentado en este espacio sobre los distintos factores que afectan el tipo de cambio. Los hay coyunturales que impactan la cotización del peso frente al dólar en el corto y mediano plazo (eventos geopolíticos, atentados, problemas económicos en otros países, etcétera) y elementos fundamentales (relacionados con el sector externo de cada país) que son los que determinan el valor de la moneda en el largo plazo.
El país pudo transitar por la peor crisis financiera de los últimos 80 años sin registrar una devaluación de proporciones mayúsculas como las que hemos visto en el pasado, sobre todo a partir de la década de los 70.
En virtud de que México tiene una amplia experiencia en las devaluaciones, los agentes económicos buscan tener una idea más clara de la cotización del peso.
Tratar de determinar el verdadero valor del peso siempre es complicado pero se puede realizar un ejercicio para tener al menos un parámetro de comparación utilizando la teoría conocida como Purchasing Power Parity (PPP).
Asumiendo como año base el 2006 y que el tipo de cambio debe de mantener el poder de compra de dicho periodo, se observa que el peso estuvo sobrevaluado durante prácticamente todo el 2008.
De enero a septiembre el tipo de cambio registró una cotización promedio de 10.47 pesos por dólar mientras que el tipo de cambio que mantendría el poder de compra del año base fue de 10.88 por dólar, es decir, en este periodo el peso mantuvo una sobrevaluación promedio de 4 por ciento.
La historia cambio a partir de octubre, cuando derivado de la quiebra de Lehman Brothers el tipo de cambio se elevó hasta 13.43 por dólar en promedio en diciembre, iniciando así un periodo a lo largo del cual el peso se ha mantenido subvaluado frente al dólar.
En diciembre del 2008 la subvaluación fue de 14% y en marzo del 2009 ya era superior a 20% una vez que el tipo de cambio alcanzó cotizaciones cercanas a 16 por dólar.
Este amplio margen de subvaluación sugería que eventualmente el peso tendría que regresar, más aún considerando la fortaleza relativa de la Balanza de Pagos (BP) y que se sintetiza en el monto de Reservas Internacionales (RI).
Hay que destacar que a pesar de que el Banco de México inyectó cerca de US30,000 millones para mantener orden en el mercado cambiario, las RI terminaron el año en US91,000 millones, un nivel máximo histórico.
A febrero el margen de subvaluación ya se había reducido a 7.5%, lo que implica que el tipo de cambio se encuentra más cerca de su nivel teórico.
La teoría del PPP no está exenta de críticas, quizá la más importante es la relacionada con la forma en la que se determina la base, toda vez que los resultados típicamente se alteran al cambiar el punto de partida; a pesar de esto, la teoría del PPP no deja de ofrecer información interesante.
Lo importante es ligar el resultado que surge de la teoría del PPP con los aspectos fundamentales de la BP, de manera tal que los resultados sean consistentes.
En este sentido, vale la pena comentar que la drástica subvaluación que registró el peso a finales del 2008 y primer trimestre del 2009 fue resultado de un proceso global de aversión al riesgo y no de un deterioro significativo de la BP.
De esta forma, la sugerencia por parte de la teoría del PPP en el sentido de que el peso se encontraba altamente subvaluado, y que por lo tanto eventualmente tendría que regresar, encuentra sustento en la fortaleza de los flujos de divisas y en la disminución de la aversión al riesgo.
*Manuel Guzmán M. es economista en Jefe de Ixe Grupo Financiero. Su opinión no representa necesariamente la posición de la institución.
mguzman@ixe.com.mx