Proyecto de ley migratoria entra a una Cámara Baja dividida y rebelde

Los republicanos de la Cámara de Representantes se reúnen hoy para discutir a fondo sus diferencias sobre la legislación migratoria, y hay una gran cantidad de discusión por delante. Se espera la sesión dure horas, y, si la historia reciente sirve de guía, mucho de lo que ocurrirá es probable que sea contencioso y desagradable.

Desde las elecciones del 2012, la conferencia de la casa del Partido Republicano ha demostrado ser más rebelde y difícil de manejar que cualquiera otro en la historia reciente, con miembros que se oponen abiertamente al liderazgo en una serie de cuestiones clave; entre ellos, el precipicio fiscal, la reelección como Presidente de la Cámara del congresista republicano John Boehner y, más recientemente, un proyecto de ley agrícola federal fracasado. Una versión del proyecto de ley agrícola en el Senado fue aprobada con 66 sólidos votos bipartidistas.

Es en este contexto que los líderes republicanos de la Cámara Baja tratarán de delinear un camino a seguir para un difícil esfuerzo en búsqueda de una reforma migratoria, con la esperanza de que esta vez se pueda acorralar el suficiente apoyo de cada una de las distintas facciones del Partido Republicano al final de lo que promete ser un proceso largo y complejo.

Una revisión de las últimas batallas legislativas muestra que no será una tarea fácil. Los seis votos que han resultado más polémicos en la conferencia del Partido Republicano desde las elecciones de noviembre -el acantilado fiscal, ayuda por el huracán Sandy, el límite de la deuda, la ley de violencia contra la mujer, la ley agrícola y la elección de un Presidente- parecen haber dejado a Boehner y a su equipo en una posición más débil para la siguiente ronda de discusión. Y el tema migratorio podría ser la prueba más difícil hasta ahora para los republicanos, que se enfrentan con preguntas difíciles acerca de la seguridad fronteriza y un camino a la ciudadanía para los inmigrantes ilegales.

En total, 69 de los 234 republicanos de la Cámara (casi 30%) han votado en contra del liderazgo en al menos la mitad de los seis votos antes mencionados y una mayoría -134 de los 234- se ha apartado del liderazgo en al menos dos de los seis votos, de acuerdo con un análisis del Washington Post.

Los seis votos no son un indicador perfecto de cómo los miembros votarán en el tema migratorio, sino que muestran el poco énfasis que ponen los miembros en la unidad del partido últimamente. Los líderes republicanos citan una serie de causas para esta situación, incluidos los grupos conservadores y las voces que juegan un papel cada vez mayor en las primarias republicanas, la pérdida de distinciones políticas y otros elementos de negociación alguna vez utilizados para acorralar votos.

Cada uno de los últimos votos llevaba consigo sus propios factores de complicación que descartan la idea de que los miembros están simplemente determinados a ir contra el liderazgo.

Sin embargo, el panorama general en la Cámara es el de una conferencia republicana difusa, dividida y con miembros que tienen poco en común.