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Maduro cumple promesa a Chávez; gobernará Venezuela hasta 2019
Nicolás Maduro vence al opositor Henrique Capriles, con el 50.66% de los votos; una diferencia de 1.59 puntos porcentuales sobre el gobernador de Miranda para quedarse 6 años más en Miraflores.

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) informó esta noche con dos horas de retraso a lo planeado, que Nicolás Maduro es el ganador de los comicios presidenciales para suceder a Hugo Chávez, éste último fallecido el 5 de marzo pasado a causa del cáncer.
El CNE, en voz de la rectora Sandra Oblitas, informó que Nicolás Maduro consiguió 7,505,338 votos, o el 50.66% de los sufragios, mientras que su adversario logró el 49% de los votos a su favor.
La diferencia entre ambos candidatos fue de 250,000 votos, una cifra que despeja toda duda de anomalías a unas elecciones históricas marcadas también por una inédita campaña de diez días.
El árbitro electoral venezolano destacó además que participó poco más del 78.12% de los 18 millones 802,643 venezolanos con posibilidad de emitir su voto. Al medio día de la jornada habían votado 11.5 millones de electores.
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela confirmó también la presencia de poco más de 3,000 observadores para dar fe de la transparencia y confiabilidad de los resultados.
REGRESO A MIRANDA
Político desde los 26 años, cuando ganó una diputación, y reelecto gobernador del próspero e influyente estado de Miranda el 16 de diciembre de 2012, Henrique Capriles se quedó una vez más a un paso del Palacio de Miraflores, residencia donde despachan los presidentes de Venezuela.
Con apenas cuarenta años de edad, Henrique Capriles acumula una larga carrera política que le ha llevado a ser electo gobernador de Miranda en dos ocasiones, la primera de ellas cuando derrotó al militar chavista Diosdado Cabello del influyente Partido Socialista Unido de Venezuela. También fue presidente de la Cámara de Diputados y alcalde del municipio de Baruta entre 2000 y 2008.
Mientras Hugo Chávez estuvo vivo, el abogado que estudió en colegios de Estados Unidos y Holanda, fue el opositor más crítico al régimen chavista, sin embargo, también aceptó que había que mantener varios de los programas sociales del comandante.
Señalado por su adversario Nicolás Maduro como heredero de Hitler , Capriles Radonski ha argumentado que sin distinción política, las conquistas del pueblo que no pueden estar atados al gobernante de turno".
Ejecutor de una política de centro y reconocido como el líder de la oposición venezolana tras haber sumado a su candidatura a todas las corrientes opositoras para arrebatar la presidencia a Hugo Chávez en 2012 y lograr el 44% de los votos como no había conseguido otro candidato al fallecido comandante, Capriles regresará a la gobernación de Miranda con el consuelo de ser el candidato opositor con mayor número de victorias en las urnas en la era chavista.
EL CHAVISMO CONTINÚA
Nicolás Maduro continuará así despachando desde Miraflores y estará en la posibilidad de cumplir la promesa que hiciera a su jefe político de continuar con la Revolución Bolivariana que ha regido Venezuela desde hace 15 años.
Todavía momentos antes de emitir su voto, Nicolás Maduro lanzó una plegaria al cielo al anunciar que su sufragio lo dedicaba a el Gigante y que gobernaría en su nombre , en caso de resultar electo presidente de Venezuela.
Hoy, cuando amaneció, amanecí con él, con su pensamiento, con su canto, con su obra. Jamás pensé que iba a estar aquí, pero estoy, y batallando con un pueblo que está batallando en democracia , dijo Maduro al sufragar.
Con cincuenta años de edad a cuestas, exlíder sindical y chofer de un autobús, como el mismo Hugo Chávez presumía en vida, Nicolás Maduro llegó a la jornada electoral con el 44.4% de la intención del voto.
Tras ser descubierto por Hugo Chávez y ganado la confianza de éste, Nicolás Maduro se desempeñó como diputado federal y finalmente como canciller del gobierno venezolano.
El 8 de marzo pasado, con Chávez muerto, Maduro juramentó como presidente encargado de Venezuela; recalcó entonces que retendría el gobierno a favor del chavismo, de la Revolución Bolivariana y que gobernaría a nombre de él .
LOS RETOS DE MADURO
A partir del 15 de abril, el nuevo presidente de Venezuela deberá afrontar la galopante devaluación del bolívar, el desabasto de alimentos y el deterioro generalizado de los servicios públicos, además del descontento social.
Durante los 14 años de gobierno de Hugo Chávez, la economía de la nación sudamericana sufrió grandes transformaciones, donde el sello fueron las nacionalizaciones.
En el país con las mayores reservas probadas de crudo conviven un Estado con alto control de la economía y planta industrial replegada.
El nuevo mandatario deberá frenar una inflación de dos dígitos, la más alta de América Latina, que aqueja al país desde hace más de 26 años y que se ha mantenido tanto en épocas de crecimiento como en recesión.
La devaluación del bolívar de hasta el 32% en febrero impulsó nuevamente los precios, que en algunos casos se duplicaron de un plumazo.
Venezuela sufre además de frecuentes sequías de dólares en medio del control de cambio vigente desde 2003, lo que reduce la disponibilidad de bienes en una economía que depende de las importaciones, hasta de los productos más básicos. Entonces, el nuevo gobierno también deberá idear una nueva fuente de divisas.
Durante su gestión interina, Maduro lanzó un sistema de subasta de divisas que en su estreno vendió dólares a un promedio de 14 bolívares, mayor al oficial de 6.3 bolívares.
PETRODÓLARES
La nueva administración además deberá encontrar fórmulas para que el flujo de los petrodólares a las "misiones" gubernamentales, que ambos candidatos han dicho mantendrán, no vulnere la capacidad de inversión de PDVSA, en momentos en que le urge elevar la estancada producción de crudo.
PDVSA requiere de multimillonarias inversiones en ingeniería e infraestructura que mejoren el bombeo y la refinación para disminuir las costosas importaciones de combustibles, así como disminuir su pesada deuda con sus proveedores de servicios.
EFICIENCIA GUBERNAMENTAL
Chávez hizo de las nacionalizaciones una marca de su gestión. Así, pasaron a manos del Estado una lista de firmas petroleras, eléctricas, siderúrgicas, bancos y telefónicas, así como empresas del ramo alimenticio, papelero y textil.
La ola de expropiaciones dejó una estela de más de 20 arbitrajes internacionales por montos multimillonarios que deberán ser enfrentados por el nuevo gobierno, que además deberá velar por la eficiencia de las empresas estatales, cuestionada incluso por el propio Chávez.
nlb