Boehner endurece su postura pese a que se cierne impago

El domingo por la noche, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, rechazó desafiante los llamados para reabrir el gobierno y elevar el límite de la deuda federal, y advirtió que el país, por primera vez, se encamina a un incumplimiento a menos que Barack Obama comience a negociar con los republicanos.

Ese es el camino en el que estamos , aseguró Boehner, en el programa This Week. Acerca de Obama agregó: Él sabe cuál es mi teléfono. Todo lo que tiene que hacer es llamar .

Sentado en su primera entrevista televisiva desde que el impasse en el Congreso culminó con que la mayoría de las agencias federales se cerraran hace casi una semana, Boehner trató de disipar la percepción de que ha sido acorralado por los rebeldes de la derecha y que está buscando desesperadamente una salida. En los últimos días, los republicanos en general han comentado que Boehner les ha dicho que no permitirá que la nación incumpla con sus deudas, incluso si eso significa elevar el límite de endeudamiento del país, principalmente con votos demócratas.

El domingo, Boehner aseguró que no tiene intención de colapsarse en una rendición incondicional. No aprobaremos un aumento del techo de la deuda limpio uno sin concesiones adicionales de los demócratas indicó.

Le dije al Presidente: no hay manera de que lo aprobemos así. Los votos no son suficientes en la Cámara para aprobar un límite de deuda limpio , manifestó Boehner. Y el Presidente se arriesga al impago, al no tener una conversación con nosotros , sentenció.

Al mismo tiempo que Boehner endureció su postura, la Casa Blanca hizo lo mismo al enviar al secretario del Tesoro, Jack Lew, a los principales programas dominicales. Lew expuso que Obama está dispuesto a entrar en negociaciones para abordar los problemas presupuestarios de la nación, pero no hasta que los republicanos abandonen su campaña en contra de su iniciativa sanitaria, pongan fin al cierre gubernamental e incrementen el límite de la deuda.

Pasamos los últimos meses en la creación de este ridículo dilema con el Congreso, en el que o se deroga Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible o se cierra el gobierno y se quiebra a EU. Esa no es la manera en la que deberíamos hacer negocios , aseguró.

Los republicanos necesitan abrir el gobierno. Tienen que financiar nuestra capacidad para pagar nuestras facturas. Y entonces estaremos abiertos a la negociación , aseveró Lew.

El enfrentamiento deja un Washington cerrado, que se dirige a toda velocidad hacia un plazo potencialmente devastador el 17 de octubre, cuando Lew -aseguró- agotaría las medidas posibles para conservar dinero y empezaría a confiar totalmente en los ingresos del país.

Por negociaciones presupuestarias

Crece desaprobación de republicanos

La desaprobación del manejo presupuestario por parte de republicanos en el Congreso, tras una semana del cierre gubernamental, se ha disparado a 70%, con 51% que los desaprueba fuertemente , de acuerdo con un nuevo sondeo de The Washington Post y ABC News.

Al mismo tiempo, el índice de aprobación del presidente Obama ha comenzado a mejorar, debido a mejores calificaciones entre los demócratas moderados y los independientes. No obstante, ningún grupo logró marcas positivas por su manejo de las negociaciones presupuestarias.

Cerca de 45% aprueba la gestión de Obama en las negociaciones, un poco más de 41% que obtuvo la semana pasada. Aun así, 51% desaprueba a Obama, con 39% que lo desaprueba fuertemente. Los demócratas no han sido tan resistentes. De los estadounidenses, 61% desaprueba a los demócratas del Congreso.

Los republicanos están peor. La encuesta de la semana pasada encontró que 63% desaprobaba a los republicanos, una cifra que ha crecido hasta 70%, en la última semana. La desaprobación fuerte ha crecido de 42 a 51%, durante el mismo período.

La encuesta encuentra que tanto demócratas como republicanos han llegado a convencerse de que el otro está mal en las negociaciones, pero están, por mucho, menos unidos en apoyo de sus propios líderes. Por ejemplo, 89% de los republicanos desaprueba a Obama y el mismo porcentaje de los demócratas desaprueba a los republicanos

La gran impopularidad de los republicanos del Congreso se debe en gran parte a un cisma dentro del mismo partido. Sólo 44% de los republicanos que se identifican como moderados aprueban la forma en que los miembros de su partido han manejado las negociaciones. (S. Clement y P. Craighill)