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Bases militares, punto de fricción
La base aérea estadounidense de Manas, en Kirguistán, por la que transitan cada mes 35,000 soldados de ida o de vuelta de Afganistán, es desde hace tiempo un punto de fricción entre Moscú y Washington.
La base aérea estadounidense de Manas, en Kirguistán, por la que transitan cada mes 35,000 soldados de ida o de vuelta de Afganistán, es desde hace tiempo un punto de fricción entre Moscú y Washington.
Moscú también posee una base militar en Kant, cerca de Biskek, y planea abrir otra.
En el 2009, Kirguistán decidió cerrar esta instalación después de que Moscú le ofreciera 2,000 millones de dólares en préstamos.
Observadores interpretaron esto como una señal de la irritación de Rusia por la presencia estadounidense en su zona de influencia. Pero Biskek cambió de parecer una vez que Estados Unidos triplicó la cuantía del alquiler que pagaba por la base.
Según analistas, el conflicto en Kirguistán favorece los intereses rusos. Hace un mes Rosa Otunbayeva y sus colegas se reunieron con gente de Rusia Unida , el partido político dirigido por Putin, explicó Alexey Malashenko, del Centro Carnegie de Moscú. La dirigente mantiene buenas relaciones con el Primer Ministro.
En cambio EU y la Unión Europea perdieron su reputación al permanecer callados frente al autoritarismo del presidente derrocado, Kurmanbek Bakiyev.