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Finanzas Personales

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Las finanzas personales y el ciclo de la vida

Los objetivos en el trayecto de la vida varían en todo momento, son distintas las necesidades de un adolescente, que las de un joven.

La planeación financiera personal es un proceso constante y dinámico que, como todo, requiere revisarse y modificarse constantemente para que se adapte a los distintos momentos de nuestra vida.

Todos sabemos que los objetivos y necesidades de un estudiante universitario son muy diferentes a los que puede tener un anciano, por lo que la forma de llevar sus finanzas personales debe ser diametralmente distinta. Es importante adecuar y enfocar nuestras estrategias financieras de acuerdo con la etapa que estemos viviendo, a fin de que siempre manejemos nuestros recursos de manera eficiente y equilibrada. En general, las distintas etapas son:

1. La soltería. En este momento no tenemos deudas. Nuestros objetivos más comunes son tener un auto propio y buscar la independencia de nuestros padres. Sin embargo, también por presiones sociales, compramos ropa de moda, teléfonos celulares, acudimos a lugares caros, etcétera.

Gastamos mucho y no ahorramos, a menos que sea para el enganche de un coche o nuestra boda. Sentimos que tenemos toda la vida por delante y preferimos obtener bienes de consumo, en lugar de guardar nuestro dinero para el futuro.

No necesitamos comprar seguros, excepto el del auto, si lo tenemos. Sin embargo, a esta edad es cuando empezamos a administrar nuestro propio dinero, por lo que los hábitos en el manejo del mismo se forman en este periodo. Por eso es importante que comencemos a plantearnos objetivos de corto, mediano (el matrimonio) y largo plazo (como el retiro) y que empecemos a ahorrar para todos ellos. Como no tenemos muchos compromisos podemos, sin problemas, invertir en instrumentos que impliquen un riesgo, pero que tengan mayor potencial de rendimiento a largo plazo.

2. El matrimonio sin hijos. La pareja recién casada tiene que decidir cómo manejar el dinero de ambos y de qué manera establecerse. En esta etapa muchas parejas prefieren disfrutar lo más posible el uno del otro y por lo tanto no piensan mucho en el ahorro. Esto es un grave error, ya que a esa edad en la que todavía no se tienen los altos gastos que implican los hijos, el objetivo principal debería ser el de empezar a formar un patrimonio que sirva como base para su desarrollo futuro. Comprar una casa o departamento propio es una meta importante para muchas parejas. En cuanto a seguros, no se tienen tampoco muchas necesidades, pero se recomienda que piensen adquirir uno de gastos médicos mayores para los dos, así como el de su(s) auto(s).

3. La pareja con hijos. El nacimiento de los hijos implica gastos fuertes, empezando por el hospital, los pañales, la alimentación, vacunas, etcétera. Poco tiempo después vienen las colegiaturas, uniformes y actividades; más tarde, la universidad.

Durante esta etapa, la pareja debe enfocar sus energías y terminar de pagar su hipoteca, si la tienen. Además, deben hacer un gran esfuerzo en destinar, por lo menos, 10% del ingreso familiar al ahorro para diversos objetivos, como el retiro y como un fondo para pagar, poco a poco, la educación superior de los hijos. Tener dinero líquido para afrontar emergencias se vuelve imprescindible, ya que los niños pueden enfermarse repentinamente. Dados nuestros compromisos, suele ser importante contar con un testamento y un buen seguro de vida, para no dejar desamparada a la familia en caso de que uno falte, así como otros seguros.

4. La independencia de los hijos y el retiro. Cuando los hijos se van, por lo general la pareja que se ama, trata de reconquistarse mutuamente, de viajar y de divertirse juntos. Puede hacerlo porque desaparecen todos esos gastos relacionados con los hijos. Sin embargo, aunque el retiro siga pareciendo lejano, a unos 10 o 15 años de distancia, conviene revisar el dinero que tenemos ahorrado para el mismo y redoblar esfuerzos para que, cuando llegue el momento, tengamos los recursos necesarios para seguir viviendo con comodidad. Esto es, que nuestra pensión represente por lo menos 80% de los ingresos que teníamos antes de retirarnos, para vivir nuestros años dorados con tranquilidad y con independencia.

Te invito a visitar mi página: http://www.PlaneaTusFinanzas.com y a escribirme por Twitter: @planea_finanzas

jlanzagorta@eleconomista.com.mx

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