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Aristóteles Sandoval: un entorno de tragedia

El gobernador de Jalisco y algunos de sus más cercanos colaboradores, como Arturo Zamora Jiménez y Roberto López Lara, han sentido de cerca un ambiente de asesinatos y ejecuciones.

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Guadalajara.- El ambiente de tragedia que ronda el primer círculo del gobierno de Jalisco no es nuevo. Jorge Aristóteles Sandoval y algunos de sus más cercanos colaboradores, como Arturo Zamora Jiménez y Roberto López Lara, secretario general de Gobierno y subsecretario en la misma área, lo han sentido muy cerca.

Este sábado, la tragedia volvió a acechar al nuevo gobernador de Jalisco, con el asesinato de José de Jesús Álvarez Gallegos, secretario de Turismo de la entidad. Inmediatamente, Zamora aseguró e insistió en que el crimen ocurrido en Guadalajara nada tiene que ver con la función de Álvarez Gallegos dentro del gabinete de Sandoval Díaz.

El 13 de septiembre del 2004, un cercano colaborador de Zamora, Mario Sánchez Paniagua, fue ejecutado por un sicario que se trasladaba en una motocicleta. Iba acompañado por el hoy fiscal A, Marco Cuevas, también cercano al Secretario General de Gobierno. Unos metros atrás del vehículo de Sánchez Paniagua se encontraba otro con dos agentes de la DEA.

El 21 de febrero del 2007, el transportista Ignacio Loya Alatorre, amigo del hoy gobernador de la entidad, fue ejecutado al salir del estadio Jalisco. El crimen ocurrió frente a la puerta 13 Norte del estadio e iba acompañado de su novia, Teresa López Hernández.

Durante las investigaciones del caso se estableció que Loya Alatorre estaba relacionado con el cártel de Sinaloa y se localizó una libreta en la que registró 100,000 pesos como apoyo económico a los trabajos políticos de Sandoval Díaz.

La propia Teresa López Hernández, ex regidora de Zapopan, sufrió la pérdida de sus padres asesinados por su hermano Salvador el 17 de mayo del 2007. También en este caso se abrió una línea de investigación relacionada con el narcotráfico.

En fechas recientes, dos familiares del hoy subsecretario de Asuntos del Interior, Roberto López Lara, mejor conocido como el Chino, cercano colaborador del gobernador del estado, fueron ejecutados.

El 17 de febrero del 2011, Carlos López Lara fue ejecutado en el estacionamiento de unos departamentos situados en William Shakespeare, en la colonia Patria Universidad, en Zapopan.

Unos días después ocurrió otro crimen que de acuerdo con las investigaciones se relacionaba con la ejecución de López Lara. El 11 de marzo de ese año, un comando armado interceptó el automóvil en el que viajaba la secretaria del Juzgado Sexto de Distrito en Materia Penal, Tayde Zuno Lambarena, y fue asesinada.

El 31 de agosto del 2012, un sobrino de un alto funcionario estatal, de nombre Leonel López Huerta, hijo de Carlos, fue asesinado afuera de su domicilio, situado en las calles Topógrafos y Administradores, en la colonia Arcos Guadalupe, también en Zapopan.

En los tres casos las líneas de investigación apuntaron hacia el narcotráfico, pero nunca hubo mayor información por parte de las autoridades.

Esta vez la víctima fue el secretario de Turismo, José de Jesús Gallegos, y resulta relevante que al secretario general de Gobierno, Arturo Zamora Jiménez, quiera quitar la idea de que este crimen sea consecuencia de proximidad del círculo que hoy gobierna Jalisco.

internet@eleconomista.com.mx

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