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Piden que T-MEC vea por integración en dispositivos médicos
Rumbo a la revisión del acuerdo en el 2026, el nuevo presidente de la AMID pugna por cuidar la vinculación de la cadena productiva del sector en América del Norte.

El 90% de las exportaciones mexicanas de dispositivos médicos tienen como destino Estados Unidos, mientras que el 60% de las importaciones del sector provienen del mercado estadounidense.
La interconectividad de las cadenas de suministro entre México y Estados Unidos será un tema central y una ventaja que debe destacarse para un ganar-ganar durante la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), afirmó Joao Carapeto, presidente de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID).
“Queremos asegurar que haya una comprensión de la interconectividad entre México y Estados Unidos para poner en evidencia esa interconexión de la cadena de abasto. Esa información es la que queremos presentar”, subrayó en conferencia.
Resaltó que la interdependencia entre ambas economías queda “muy plasmada” en el hecho de que el 90% de las exportaciones mexicanas de dispositivos médicos —equivalentes a unos 15,000 millones de dólares anuales— tienen como destino Estados Unidos, mientras que el 60% de las importaciones del sector provienen del mercado estadounidense.
Agregó que la fuerte integración de las cadenas de suministro entre México y Estados Unidos hace difícil calcular el contenido nacional de los dispositivos médicos, ya que los componentes pueden cruzar varias veces la frontera antes de convertirse en un producto terminado.
El presidente de la AMID, recientemente electo para el periodo 2025-2027, subrayó que esta interconexión debe ser aprovechada durante la revisión del acuerdo comercial, no solo para fortalecer las cadenas de suministro, sino también para mantener la competitividad de la región frente a otros bloques económicos.
“Queremos asegurar que se dé como un sistema ganar-ganar, en el que podamos desarrollar inversiones, sin que Estados Unidos vea esto como una competencia de México, sino como una competencia con otros bloques económicos”, recalcó.
La revisión del T-MEC estaba programada en julio de 2026, pero podría adelantarse para este segundo semestre del año debido a las presiones arancelarias de Estados Unidos, según lo informó hace un mes el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
Joao Carapeto adelantó que la industria de dispositivos médicos ya está trabajando con la Secretaría de Economía para definir la participación de la AMID en estas mesas de diálogo.
“Algún tipo de acuerdo se va a llegar y aquí nos queremos sumar como sector. Ya lo estamos platicando con Economía y estamos discutiendo cuál es el formato para la revisión”, adelantó.
El presidente de la AMID consideró que la guerra de aranceles recíprocos entre México y Estados Unidos sería un “perder-perder” para ambos países.
Desde el 4 de marzo de 2025, se abundó durante la conferencia, se aplican un 25% de aranceles a productos que no cumplen con las reglas de origen del T-MEC, pero el impacto en el sector de dispositivos médicos ha sido mínimo dadas las negociaciones de la Secretaría de Economía.
La Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos también ve oportunidades para diversificarse hacia mercados como la Unión Europea y América Latina, que representan menos del 10% de sus exportaciones, ante su fuerte dependencia con el mercado estadounidense.
México tiene muchos acuerdos comerciales que pueden ayudar para expandir la exportación de dispositivos médicos a otros mercados, subrayó.
En otro tema, Joao Carapeto destacó que desde la AMID buscan fortalecer la colaboración con el gobierno federal en el marco del Plan México, una iniciativa que reconoce a los dispositivos médicos como un sector relevante para el crecimiento económico y la salud pública.
Lo anterior, ya que genera más de 130,000 empleos directos y registra una producción anual de 15,000 millones de dólares y abarca más de 90 especialidades clínicas.

