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Senado, fiel de la balanza en la reforma energética

Al aprobar las leyes federal de presupuesto y de deuda pública obliga al Estado a absorber parte de los pasivos laborales de Pemex y de la CFE, pero los condiciona a un cambio del contrato colectivo.

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El Congreso de la Unión terminó con el debate y votación del paquete energético luego de que el Senado de la República aprobó la reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y a la Ley General de Deuda Pública, con lo que el Estado absorberá una parte de la deuda por pasivos laborales de Pemex y la CFE, que en conjunto suman 1 billón 570,996 millones de pesos.

Con 90 votos en favor y 27 en contra los senadores aprobaron en lo general la reforma en materia hacendaria. No se aceptaron las propuestas de la izquierda para modificar el dictamen, por lo que se aprobó la legislación en lo particular con 78 en favor y 26 en contra.

El tema que abarcó la mayoría de la discusión fue el de pasivos laborales, que abre la puerta a que el Estado atraiga una parte de la deuda por pasivo laboral de pensiones y jubilaciones de los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex), que asciende a 1 billón 119,208 millones de pesos, y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que llega a 451,788 millones de pesos.

Lo anterior siempre y cuando dentro del año siguiente a la entrada en vigor del decreto las empresas alcancen un acuerdo para modificar el contrato colectivo de trabajo aplicable a la empresa y sus subsidiarias, modifiquen el reglamento del trabajo de personal de confianza e implementen un programa de austeridad en el gasto.

Las modificaciones deberán contemplar, al menos, que las pensiones o jubilaciones de los trabajadores de nuevo ingreso sean financiadas bajo esquemas de cuentas individuales que permitan la portabilidad de derechos con el Sistema de Ahorro para el Retiro y que se contemple un ajuste gradual a los parámetros para determinar pensiones de los trabajadores activos, incluyendo la edad de retiro para reflejar el cambio en la esperanza de vida .

Incluso aprobaron que la Auditoría Superior de la Federación vigile los fondos de pensiones y jubilaciones de las empresas productivas para identificar posibles ilegalidades en el pasivo laboral.

El senador del PRD Benjamín Robles Montoya exhibió un documento en el que se refleja que Pemex prestó 500 millones de pesos al sindicato encabezado por el senador del PRI, Carlos Romero, oficio con fecha del 8 de diciembre del 2011, tiempo electoral en el país.

Qué pasó con esos 500 millones de pesos, este regalito lo tendrá que pagar el pueblo de México. De eso está compuesto este cajón de pasivo laboral, de un interminable rosario de corruptelas , expuso.

Panista y priístas como Roberto Gil, Javier Lozano, David Penchyna y José Francisco Yunes argumentaron que el pasivo laboral no tiene que ver con los préstamos que Pemex le otorga al sindicato, esas cuentas están en la contabilidad sindical no en el régimen de pensiones y jubilaciones.

El priísta David Penchyna encaró a los perredistas al decir que la propuesta de que los pasivos sean deuda pública fue del líder de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas.

Zoé Robledo, Alejandro Encinas y Fernando Mayans, entre otros legisladores de la izquierda, defendieron la propuesta cardenista pero aclararon que iba acompañada de una serie de rendición de cuentas, transparencia y un régimen fiscal de Pemex diferente al que se consolidó en el Congreso, por lo que el PRI y el PAN buscan confundir a los mexicanos.

El coordinador del PRD, Miguel Barbosa, repudió el nuevo entramado legal y dijo al PRI, PAN y PVEM que se plegaron al poder, por lo que México no se los perdonará: Después de que se promulgue esta ley del embudo, que viva Oceanografía, que viva la corrupción, que vivan los hombres de poder que se enriquecen, que viva el tráfico de influencias, pero eso sí, todos se llamaban patriotas. México no los perdonará , dijo.

LA RUTA DE LA REFORMA

  • El Congreso de la Unión consolidó la reforma energética con la aprobación de seis dictámenes en un periodo extraordinario que duró tres semanas.
  • El paquete energético constó de cuatro dictámenes, cuya Cámara de origen fue el Senado, y dos que le tocaron en primera instancia a la Cámara de Diputados.
  • Perredistas y petistas se pronunciaron en contra de las leyes pero la mayoría integrada por el PRI, PAN y PVEM logró sacar los cambios estructurales en Pemex y CFE.
  • Se prevé que la próxima semana se publiquen las nuevas leyes en el sector energético en el Diario Oficial de la Federación.

tania.rosas@eleconomista.mx

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