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Pemex y Sacyr, alianza cancelada
Sacyr confirmó la venta de una participación de 10% de Repsol-YPF, medida con la que anunció el fin del pacto de accionistas con la paraestatal mexicana.
Repsol ha llegado a un acuerdo con Sacyr para comprar la mitad de la participación que tiene la constructora en la petrolera, lo que equivale a un 10%, según informó hoy el presidente de la Repsol, Antonio Brufau, en una rueda de prensa en Rusia y confirmaron las entidades posteriormente a la CNMV en sendos hechos relevantes (el de Sacyr y el de Repsol). La petrolera pagará un descuento del 5% respecto de los precios de cierre del lunes, es decir, 21.066 euros y un coste total de 2,572 millones.
Sacyr, además, romperá su pacto con Pemex y Luis del Rivero, ex presidente de la compañía, abandonará el consejo de Repsol, así como José Manuel Loureda. A resultas de la operación, la constructora "ajustará su representación en el consejo de Repsol", según explicó al regulador. Además, Sacyr ha llegado a un acuerdo con sus acreedores para refinanciar el resto de la deuda (4,446 millones) hasta el 31 de enero de 2015.
El resto se amortizará con la venta de las acciones de Repsol. La multinacional que preside Antoni Brufau explicó ha adelantado posibles destinos para esta autocartera. Las maneja todas: Así, el consejo de administración analizará de las acciones a inversores institucionales y/o estratégicos. Eso sí, sin marcarse plazos. Además, estudia destinar parte de los títulos a retribuir a los accionistas.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, dijo que la compra del 10% de sus acciones en manos de la constructora Sacyr es "buena" y no alterará los planes de crecimiento estratégico de la petrolera española. El precio de la operación, cerrada con un 5% de descuento sobre los precios de Sacyr de este lunes, fue "enormemente atractivo", precisó Brufau en una conferencia de prensa en Moscú. Sacar las acciones del mercado "es bueno para el 90 % de los accionistas", añadió.
Algunos analistas consultados coinciden con Brufau y aseguran que la operación es buena para ambas partes. Para Sacyr, por motivos evidentes, dada su necesidad urgente de efectivo con que saldar parte de su abultada deuda. Pero también para Repsol, que no se ve en la situación de abrir su accionariado a grupos extranjeros ni asume el riesgo de que su participación caiga en manos de unos bancos que no tendrían reparo alguno en vender a la baja y penalizar el valor en Bolsa.
El tiempo era un bien casi tan escaso para Sacyr como el efectivo. Solo quedaba un día para el vencimiento del préstamo que sustenta la participación en Repsol, cuyo saldo vivo era hasta hoy de 4,900 millones. Para lograr la renegociación era necesaria la entrada de capital ("la decisión comunicada por los bancos acreedores de Sacyr Vallehermoso de no renovar el crédito concedido en su día a esa compañía para la adquisición de un 20% del capital de Repsol, o de condicionar la refinanciación parcial del préstamo a la venta de un 10% de esta última, ha motivado la adquisición de la citada participación", explicó hoy Repsol).
Por eso, la cúpula de Sacyr, sus acreedores por el crédito de Repsol y toda una corte de intermediarios (Lazard, Mediobanca, Rothschild, Clifford Chance, Garrigues, etcétera) trabajaban a última hora de ayer en busca de un acuerdo que permita al grupo constructor mantenerse en la petrolera, donde es primer accionista con el 20%. Se habían barajado varias opciones para esta participación (sobre todo la entrada de Sinopec), aunque ninguna de ellos salió adelante.
La compañía cerró a finales de 2006 la compra de esta participación en Repsol YPF, operación que costó 6.525 millones.
Entonces justificaba esta operación como un "paso decisivo en la estrategia de diversificación y crecimiento del grupo", que, añadía, "refuerza los negocios de largo plazo y rentabilidad sostenida". Para hacer frente a esta inversión se firmó un crédito sindicado a largo plazo con casi una treintena de entidades financieras, entre las que se encontraban Citigroup, Santander, Calyon y Caja Madrid.
Pemex y Sacyr habían anunciado a fines de agosto un acuerdo para unir sus participaciones en Repsol-YPF, con el fin de ganar peso en el consejo de la empresa e impulsar cambios en la mesa directiva.
En alianza informativa con CincoDías.com
RDS