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Factura electrónica: las reglas del SAT
Luego de una larga espera, el 3 de septiembre el Servicio de Administración Tributaria definió algunas reglas de operación para implementar la factura electrónica. Estableció un periodo y las condiciones para la tolerancia en el uso de comprobantes impresos.

El 1 de enero del 2011 iniciará lo que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) consideró como un “esquema de transición” hacia el uso generalizado de la factura electrónica o emisión de Comprobantes Fiscales Digitales (CFD), de acuerdo con lo establecido en el Código Fiscal de la Federación (CFF).
Actualmente coexisten las facturas impresas con las digitales, ya que desde 2005 la comprobación electrónica es opcional.
Los contribuyentes tendrán como plazo hasta el 2012 para seguir utilizando sus comprobantes impresos.
Durante este periodo de transición, la tolerancia para el uso de estos documentos se aplicará de dos formas, y con arreglo a dos variables: los ingresos acumulados anuales y el monto de la operación a comprobar, de tal forma que:
1. Los contribuyentes con ingresos iguales o menores a 4 millones de pesos anuales podrán seguir usando sus comprobantes de papel, sin importar el monto que amparen, pero deberán añadir un código de barras como seguridad adicional. La emisión electrónica será opcional para este tipo de causantes.
2. Los contribuyentes con ingresos superiores a los 4 millones de pesos anuales podrán seguir utilizando sus comprobantes impresos, añadiendo el código de barras, pero sólo en operaciones cuyos montos no sean superiores a 2,000 pesos. Todas las transacciones superiores a este límite deberán registrarse de manera electrónica.
El SAT proporcionará gratuitamente el código de barras como elemento de seguridad.
Los causantes deberán pedir la aprobación de los folios a través del portal electrónico de la dependencia, utilizando la Firma Electrónica Avanzada, e imprimirlos desde cualquier equipo de cómputo a su alcance, ya que no se requiere de un “impresor autorizado" para hacerlo.
Mayor recaudación y desinterés
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, administrador general del SAT, dijo que esta medida otorga seguridad jurídica, dificultando la generación de comprobantes apócrifos que afectan la economía formal, disminuyendo los riesgos de fraude y evasión.
Entre 2006 y 2008, el SAT recuperó 38,000 millones de pesos mediante actos de fiscalización de facturas falsas, recalcó el funcionario.
A la fecha se han emitido más de 849 millones de facturas electrónicas, de las que casi 56% se expidió en lo que va del 2010.
A pesar de que faltan unos meses para que entre en vigor lo establecido por el CFF, Ortiz Mena comunicó que a la fecha apenas 38,000 contribuyentes operan bajo el esquema de facturación electrónica.
¿Qué pasará con los impresores?
De acuerdo con la reforma, a partir del 2011 desaparecerá la figura de impresor autorizado, ya que los causantes pueden imprimir por medios propios o a través de terceros sus comprobantes.
En un comunicado, el SAT dice que: “Cualquier impresor podrá brindar los servicios al contribuyente de impresión de comprobantes fiscales, con lo que se ampliará el número de prestadores de servicios y la diversificación de sus funciones”.
¿Cuáles son los beneficios?
Además del ahorro en papel y su consecuente impacto ambiental, Carlos Garza, administrador general de Servicios al Contribuyente del SAT, dijo que con este cambio el ahorro económico es sustancial para los empresarios, ya que el comprobante de papel tiene un costo global aproximado de 162 pesos, mientras que el electrónico es de solamente 24.
Añadió que para los contribuyentes, los beneficios de esta disposición se verán reflejados en la reducción de costos operativos, de envío, reproducción y almacenamiento de sus comprobaciones. Se reducirá la carga administrativa para la elaboración de reportes y el tiempo de trabajo con las áreas de contabilidad.