Lectura 3:00 min
Cuando Zapata hacía deporte
Uno de los personajes que no escondió su afición a los deportes en aquella época fue el General Emiliano Zapata. Aquel hombre de campo, con su característico bigote y sombrero, gustaba de andar a caballo y aunque todavía no era un deporte como tal, se dice que era muy bueno para lazar.
En medio del levantamiento armado, la lucha social y la incertidumbre política que reinaba en el país durante la Revolución Mexicana, el deporte buscó mantenerse al margen del movimiento y para muchos significó la única forma de olvidarse de la tensión social, mientras que para otros fue una herramienta de reclutamiento que funcionó para los jóvenes que, lejos de definirse por algún bando, sólo se sentían atraídos por una práctica deportiva.
Zapata, el torero
Uno de los personajes que no escondió su afición a los deportes en aquella época fue el General Emiliano Zapata. Aquel hombre de campo, con su característico bigote y sombrero, gustaba de andar a caballo y aunque todavía no era un deporte como tal, se dice que era muy bueno para lazar.
Sin embargo, su mayor debilidad eran las corridas de toros, según establece una entrevista con el General Amador Acevedo, realizada por el político Píndaro Urióstegui Miranda Zapata era un magnífico jinete y le encantaban los toros .
Y es que las corridas de toros eran uno de los deportes más conocidos y promovidos. Según datos del periódico El Independiente de los años 1913 y 1914, los militares eran los principales promotores.
Así, los pueblos por los que pasaba el Ejército contaban con al menos una corrida de toros que los soldados organizaban para entretenerse y acercarse al pueblo y de esta manera tener su única distracción.
El beisbol, el más popular
Sin embargo, el deporte que más aceptación tenía en aquella época era el beisbol, disciplina que se practicaba a nivel nacional, incluso existía una liga mexicana con 10 equipos de varios estados y en los campos militares era una de las disciplinas más practicadas.
Deportes de élite
El futbol empezaba a tomar auge porque todavía era considerado un deporte de aristócratas, mientras que algunos otros eran prácticamente exclusivos de la milicia.
Tal es el caso del esgrima, la caza de la zorra, saltos organizados por el club hípico, entre otros . En el tema del esgrima, los militares participaban en concursos de esa disciplina y combatían con jóvenes del pueblo, quienes se sentían atraídos por el deporte y se enlistaban en el Ejército para practicarlo.
Intentos de organización
En medio de la desorganización que el país vivía se buscaba también una forma de organizar el deporte. De acuerdo con el periódico El Independiente de aquella época, en 1913 se propusieron torneos anuales de ejercicios deportivos para conmemorar las fiestas patrias de septiembre, en donde se hacían exhibiciones de gimnasia, marcha, carreras de velocidad y resistencia, entro otros.