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Ensalada de manzana para Navidad, la receta que nadie deja de servirse

Cremosa, dulce y refrescante, la ensalada de manzana es uno de los clásicos infalibles de la Navidad mexicana. Esta receta explica su origen, las proporciones correctas y los pasos clave para que quede bien balanceada.
Hay platillos que pasan desapercibidos y otros que, sin hacer ruido, desaparecen primero de la mesa. La ensalada de manzana pertenece a esta segunda categoría. No compite con el pavo ni con el bacalao, pero siempre vuelve a servirse. Su lugar está en el equilibrio: refresca, endulza y da descanso entre sabores intensos. Por eso, cada diciembre, reaparece como una certeza.
La ensalada de manzana tiene raíces en ensaladas dulces europeas y norteamericanas del siglo XX, donde la fruta, la crema y los frutos secos eran comunes en celebraciones invernales. En México, la receta se transformó al ritmo de la despensa local: manzana roja, piña en almíbar, nuez, pasas y crema. Con el tiempo, dejó de ser una novedad para convertirse en un acompañamiento imprescindible de la cena de Nochebuena.
Su éxito también tiene que ver con la lógica de la cocina festiva: es rendidora, se prepara con anticipación y mejora tras unas horas de reposo. No necesita técnica compleja, pero sí atención al balance.
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Rendimiento
Para 8 a 10 personas
Preparación: 25 minutos
Reposo: 1 a 2 horas
Ingredientes:
5 manzanas rojas (gala o red delicious), peladas y cortadas en cubos medianos
1 lata de piña en almíbar, escurrida y cortada en cubos
1 taza de crema ácida o crema espesa
½ taza de leche condensada
½ taza de nuez picada en trozos grandes
⅓ de taza de pasas
Jugo de 1 limón
Preparación paso a paso
1. Preparar la manzana
Coloca la manzana ya cortada en un recipiente amplio y añade de inmediato el jugo de limón. Este paso evita la oxidación y conserva el color y la textura. Mezcla suavemente para no maltratar la fruta.
2. Integrar los sólidos
Agrega la piña, la nuez y las pasas. Mezcla con cuidado, procurando que los ingredientes queden bien distribuidos y en tamaños similares para una mejor textura al comer.
3. Preparar el aderezo cremoso
En un recipiente aparte, mezcla la crema con la leche condensada hasta obtener una salsa homogénea. La clave está en el equilibrio: debe ser cremosa, no empalagosa.
4. Unir y reposar
Incorpora el aderezo a la fruta y mezcla suavemente con una espátula. Cubre y refrigera al menos una hora antes de servir para que los sabores se integren y la ensalada tome consistencia.
Tips clave para que quede perfecta
- Usa manzanas firmes y dulces; evita variedades harinosas.
- No excedas la leche condensada: el dulzor debe acompañar, no dominar.
- Prepárala el mismo día o la noche anterior; más tiempo altera la textura.
- Sirve siempre bien fría para mantener la frescura.
Variaciones comunes
Algunas versiones incluyen malvaviscos, coco rallado o yogurt en lugar de crema. Funcionan si se mantienen las proporciones y se evita sobrecargar la receta. La base debe seguir siendo la fruta.



