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Arte e Ideas

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Un ¿imposible? para el Conaculta y Calderón (3 / 3)

Quien tome la casona de Arenal 40 no la tendrá fácil. Idealizar al idóneo nos pinta el reto de quien tendrá que medirse, ante todo, con los poderes fácticos del medio cultural.

A Ricardo Martínez, amigo director ?de orquesta, en la lucha por la vida

Más allá de la condición de género, para dirigir el Conaculta se requiere no sólo la querencia del Ejecutivo, del círculo cercano y de los que en la aspiración al cargo esperan la compensación. Se necesita también la anuencia del mandatario para integrar un equipo de trabajo que pueda enfrentar la crisis política que no cesará en mediano plazo.

El desafío es descomunal: entre los antipeñistas, pro amloistas y resentidos del panismo, hay un número importante de miembros de la comunidad cultural que no le darán respiro en buen tiempo. Por ello, quien encabece el Consejo debe gozar de una legitimidad, diré, enorme. Que al escuchar su nombre inspire respeto. Incontrovertible por su conocimiento del sector.

Tal presencia supone una madurez que abreva de su tránsito entre siglos, de ser reconocido por su pluralidad ideológica, por la solvencia moral en sus anteriores desempeños –cualquiera que sea su naturaleza-, por la transparencia de su patrimonio y por su formación cultural más allá de los grados académicos. Palabra directa, sencilla, sensata. Mirada transversal, afán reformador, con aprestos para ir a lo estructural o para renunciar a su responsabilidad si no puede, si no lo dejan, si se harta, si lo minan y dejan solo por imprimir nuevos paradigmas.

Dirigente, líder, negociador. Un pragmático dispuesto al pacto, al acuerdo, la concordia, al pide pero ofrece. Mucha política cultural, tanto como economía cultural y manejo de las relaciones internacionales. Puerta directa al Ejecutivo, al Legislativo, al Judicial, a gobernadores, munícipes y regidores. A la diversidad de los ámbitos social y privado. El elegido no deberá ser presa fácil de los poderes fácticos: revistas de renombre, de periodismo cultural al gusto, de columnistas lambiscones, de compadrazgos multipartidistas, de cuñados del Presidente, de la esposa y la hermana del inquilino de Los Pinos, de sempiternos líderes sindicales, de cacicazgos regionales, del tramposo influjo de las glorias de la cultura nacional y de funcionarios vitalicios.

El próximo jerarca del Conaculta, cierto, puede aferrarse al Presidente, repartir y conceder, aprender a llevarla con lo que hay e innovar con obras y retórica. Y disfrutar sin que se le altere mucho el gallinero, que varios miles de pesos en salario, reflectores y viajes son buen bálsamo para disfrutar el puesto. A ver qué nos merecemos.

Mensaje al presidente Calderón: ¿A quiénes se refiere? En días pasados, al inaugurar la zona arqueológica El Cóporo, aventuró un comentario inusual. Escasas oportunidades hemos tenido de saber, desde lo más profundo de su pensamiento como titular del Ejecutivo y como persona, lo que significa y valora no sólo las políticas y programas gubernamentales, sino también su relación con la comunidad cultural. Por ello no puedo desaprovechar la ocasión que brinda cuando comenta que la apertura del sitio patrimonial, entre otras acciones, hacen algo evidente: Había quien decía (sic) que no nos interesaba la cultura y la arqueología. Creo que con hechos hemos demostrado todo lo contrario . En efecto, usted se ha quejado de quienes critican su modo de llevar el país y de que no hay prestancia para reconocer lo que bien se hace.

Me cuento entre los aludidos y por lo mismo le pido el derecho a audiencia, a una entrevista en la cual pueda indicar a los que considera desinteresados, para que responda numerosas interrogantes que no ha despejado de su gestión cultural y que es su deber hacer. Entre ellas una muy provocadora que deslizó también en su andar por Ocampo, Guanajuato: Y a mí me da mucha satisfacción el que durante la Presidencia de la República, que tengo el honor de encabezar, estaremos abriendo aproximadamente 15, probablemente 14, sitios arqueológicos en el país, entre ellos, El Cóporo; es decir, cinco veces más que cualquier otra administración federal en las últimas décadas .

Los comparativos son aleccionadores y si precisan, mejor. Justo el director del INAH, Alfonso de María y Campos, quien ha sido servidor público al menos desde la Presidencia de Miguel de la Madrid, sabe más de lo que usted aseguró. Es por ello que le pido a su colaborador una gráfica, un informe, un documento que transparente tal aseveración.

Algo más que busca el diálogo directo: Al recorrer las ruinas aseguró que para poder construir un futuro promisorio, había que hacer muchas cosas. Y creo que con dificultades y con limitaciones, también, hicimos cosas muy buenas en estos seis años . Saber de su propia voz tal balance resulta vital, sobre todo ante el arribo del nuevo gobierno.

Y por cierto, señor presidente Calderón, ¿por qué no le acompañó la titular del subsector y del Conaculta, Consuelo Sáizar? Ante la trascendencia del evento y de su discurso, debió ocupar el lugar que su investidura atañe. Quedo a la espera de su respuesta.

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