Stephen King sigue resplandeciente

Doctor Sueño de Stephen King (Plaza y Janés) tiene una premisa irresistible para más de una generación, pero en especial para todos los que vimos El resplandor: en qué adulto se convirtió el pequeño Danny Torrance después de sus terribles experiencias en el hotel Overlook.

Han pasado 30 años. El lindo niño pasó el terror de un invierno en la montaña, en un lugar lleno de fantasmas, con un padre enloquecido. La vida ha sido demasiado para él, aun cuando su amigo Dick Halloran, el ex cocinero del Overlook, le enseñó a lidiar con su resplandor, su capacidad para tener ciertas habilidades síquicas como la telepatía y cierta precognición pero también para ver fantasmas.

Sí, hay que hacer un alto. Para quien haya visto la estupenda y aterradora película de Stanley Kubrik, y no leído el libro original de Stephen King, Dick Halloran está muerto. La cinta no es completamente fiel al libro, en especial en el final, cosa que ocasionó un pleito entre King y Kubrick. En lo personal, creo que el primero se negó a aceptar que el final del segundo era mejor (pero apenas ahora estoy leyendo el libro). Pero para leer Doctor sueño no importa, King no toma venganza con los lectores que sólo vieron la película y a nadie le pide que sepa de qué trata El resplandor. La nueva novela se puede leer por sí sola.

DANNY NO, DAN

Danny creció, ahora es Dan y es un alcohólico bastante perdido. La bebida es lo único que le permite escapar de las pesadillas en las cuales son igual de temibles los fantasmas como la violencia de su padre Jack Torrance, que era también alcohólico.

A Dan le queda el resplandor, un tanto disminuido. Pero gracias a esa capacidad puede desarrollar su trabajo como Doctor sueño... no existe el término para lo que hace, pues lo hace con el resplandor. Trabaja en asilos de ancianos y tiene que ver con la muerte.

También gracias al resplandor, y a Tony (¿lo recuerdan? En la película era una especie de amigo imaginario que se aseñoraba en el dedo índice de Danny), Dan conocerá a Abra, una niña que resplandece a tal punto que si Danny fuera un foco que ilumina una habitación ella sería todos los focos de un edificio de departamentos.

También gracias al resplandor Dan y Abra estarán en peligro a causa de unos seres aún más espantosos que cualquiera de los que salieran en la película de Kubrik.

A LA VUELTA DE LA ESQUINA

Stephen King construye en Doctor sueño una magnífica novela. Se toma su tiempo para presentarnos a los personajes y para desarrollarlos. Antes de que las historias de Abra, Dan y los seres horrendos se unan, los conocemos por completo, sabemos no sólo cómo son sino cómo cambian.

De pronto, la novela resplandece por sí misma (independientemente de que quiera asustarnos) por sus historias, por sus personajes, a los que queremos, en el caso de Dan y Abra, y tememos en el caso de los otros. Pero sabemos que se van a encontrar. La tensión crece a cada página.

King logra hacer una historia plausible. Dan con su alcoholismo y Abra tratando de ocultar que es una niña excepcional, podrían vivir a la vuelta de la esquina. Los seres horrendos también. Hay sólo una escena, una imagen, un detalle que destruye esa credibilidad. Ojalá, querido lector, no te brinque como a mí, que pasé de estar leyendo la mejor novela de terror que recuerde a una muy buena, pero...

De cualquier manera, es una lectura muy recomendable.

@manuelino_