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Ópera en vivo: un experimento audaz
El INBA y el Auditorio Nacional unen esfuerzos para ofrecer una Temporada de Ópera en Vivo, un proyecto que bien puede definirse como un experimento audaz. Pero los riesgos bien valen la pena por llevar el espectáculo operístico a públicos más amplios.

El INBA y el Auditorio Nacional unen esfuerzos para ofrecer una Temporada de Ópera en Vivo, un proyecto que bien puede definirse como un experimento audaz. Pero los riesgos bien valen la pena por llevar el espectáculo operístico a públicos más amplios.
Se presentarán dos obras populares de Puccini, uno de los autores favoritos del público mexicano: Turandot y La bohème, que llevarán en los papeles protagónicos a cantantes de nivel internacional la mejor garantía que tienen de éxito, como el gran tenor mexicano Ramón Vargas, el barítono rumano George Petean, la soprano española Ainhoa Arteta, los italianos Tiziana Caruso y Rubens Pelizzari y la mexicana Olivia Gorra.
Gerardo Estrada identifica esta iniciativa como democratización de la cultura . Y aunque el promotor cultural confiesa no saber bien a bien la extensión del término, sí es partidario de poner al arte al alcance de todos .
Ramón Vargas mencionó algo básico: el arte siempre supone riesgo . Por eso, o te adaptas o te mueres, pues no podemos quedarnos solamente guardados en nuestros teatros , como el Palacio de Bellas Artes, aseguró.
Los organizadores del INBA y el Auditorio esperan vender alrededor de 12,000 boletos para Turandot y 18,000 para La bohème. Tienen calculado que el coste de ambas óperas ascenderá a 8 millones de pesos (3.5 para la primera y 4.5 para la segunda), que incluye producción, pago de artistas, coro, orquesta, traslado, hospedaje y vuelos de algunos cantantes.
La mancuerna Ramón Vargas, director artístico de la Ópera de Bellas Artes, y Gerardo Estrada, coordinador ejecutivo del Auditorio Nacional, basan esta iniciativa en el auge que tiene actualmente la ópera en México y el mundo. En nuestro país, por ejemplo, hay varios recintos que ofrecen funciones operísticas con buena respuesta de público: Bellas Artes y el Auditorio Nacional con sus transmisiones desde el Met de Nueva York, con un promedio de asistencia de 4,000 personas.
Así como se plantea, ofrecer ópera es rentable, ya que los costos mencionados son muy bajos: 8 millones de pesos es menos de la mitad de lo que cuesta una ópera en el Met de Nueva York. Pero también es un alto riesgo, sobre todo al comparar una escenografía, una iluminación mexicanas con las realizadas en Nueva York. Entonces hay que sustituir con creatividad cuando los dólares no alcanzan. El reto en este caso lo tiene el maestro Luis Miguel Lombana. Y luego la Orquesta del Teatro de Bellas Artes que no anda a 100 por ciento. En fin, hay que esperar que resulte bien el experimento.
Lombana refirió que entre los retos más importantes está la adaptación a un espacio tan amplio como el Auditorio Nacional y los detalles en el vestuario y el maquillaje, considerando los acercamientos que harán las cámaras, que es otra de las novedades de estas puestas en escena. Además de que la calidad del sonido debe ser tan clara como si se hiciera de manera acústica en el Palacio de Bellas Artes. Y la isóptica debe funcionar de manera agradable , señaló.
ricardo.pacheco@eleconomista.mx