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Arte e Ideas

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La divulgación es una forma de literatura

Para Sergio de Régules, escribir sobre ciencia tiene un componente y debe leerse por el placer que produce.

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A más gente de la que creemos le atrae la ciencia, sin embargo ha sido mal entendida, pues se enseña y se presenta mal. Éste es uno de los problemas que Sergio de Régules intenta dilucidar y, en alguna medida, aportar para que ya no siga sucediendo a través de su reciente publicación: El Universo en un calcetín. Y otras prendas con olor a ciencia.

El divulgador nos contó que no se trata de regañar a la gente ni hacer que se sienta tonta, porque el clásico comportamiento del científico cuadrado sería decir: Estás equivocado -refirió-, pero a mí me gustaría decir, los científicos lo vemos desde aquí y éstos son los detalles, te los comparto .

El autor aseguró que este libro está contado a partir de historias humanas y vivencias personales, no es un libro de texto ni se lee por obligación, la idea es hacer literatura basada en la ciencia .

En realidad -comenta-, todos pensamos de manera científica a diario; ves tu entorno, evalúas, haces hipótesis, sacas conclusiones y diriges tus acciones según lo que ves; aunque la ciencia somete casos a pruebas muy exigentes, existen rincones que uno ni se imaginaba que fueran del interés de la ciencia. Aspectos como la risa, la generosidad, el arte, las emociones, la transa, el mal, entre otros temas, sorprendentemente también tienen explicaciones científicas y esto lo quería mostrar en este libro , explicó Régules.

La ciencia se enseña mal

Sergio, quien también funge como editor científico de la revista ¿Cómo ves? de la UNAM, aseguró: La ciencia se conoce mal porque se enseña mal, incluso algunos divulgadores la presentan de manera árida y aburrida. A veces se piensa que la ciencia es algo tan importante que hay que tratarla de una manera solemne y muy sería y que además, dada su importancia, el público se lo tiene que tragar .

Ante esta limitante, el autor establece que la culpa nunca es del público, es de los programas de estudio y muchas veces de los maestros. No puedo generalizar, también de quienes hacemos ciencia y la divulgación, pero el público tiene derecho a no saber de qué estamos hablando porque no se los hemos dicho bien , consideró.

Yo fui muy afortunado, estudié física y siempre estuve lleno de emociones y maravillas profundas. Mi relación con la ciencia es muy emotiva .

El autor narró: Hacia la secundaria o preparatoria, cuando me salieron con que la ciencia tenía que ser aburrida y para gente matada, a mí ya me habían perdido porque a mí ya me gustaba, yo ya había leído de niño libros sobre astronomía y cosas asombrosas como que llegaría un cometa en tal año.

Yo tuve suerte, pero normalmente no es así. En la escuela, la ciencia la presentan horrible, te obligan a aprenderte de memoria cosas que no entiendes, entonces desde ahí, ya perdimos .

Hay que considerar? qué se hace literatura

En otros países ya han entendido que la divulgación de la cultura en general (no sólo de la ciencia) sí es parte de la literatura por placer. En México creo que todavía no, aún la ciencia está apegadísima al resultado científico, y con lenguaje específico, es difícil que los científicos se comuniquen bien y que sepan expresarse de una manera cautivadora, aquí no se ha logrado convencer de que en el fondo esto puede ser literatura y si queremos que suceda debemos pasar del artículo científico .

Ante ello, la propuesta del autor: Si a usted le gusta leer novelas, bestsellers, cómics, si disfruta estar sentado y leyendo en su sillón preferido, este libro es ideal, está escrito para leerse como literatura; el tema es la ciencia, pero no esa ciencia de la escuela, árida y hecha de personajes de bronce, es ciencia viva, humana y que produce historias asombrosas , concluyó.

nelly.toche@eleconomista.mx

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