El 30% de los mexicanos están sin pegar el ojo

El insomnio es una alteración del sueño que actualmente afecta a uno de cada tres mexicanos, revela un estudio elaborado por la Asociación Psiquiátrica Mexicana y el laboratorio Sanofi-Aventis.

La causa principal de este padecimiento es, según Fernando López, médico adscrito del servicio de hospitalización, el estrés provocado por el ritmo acelerado de vida, la competencia y la producción laboral.

Este trastorno disminuye la calidad de vida y se acompaña de otros padecimientos como la depresión. El especialista certificado por el Consejo Mexicano de Psiquiatría explicó que las alteraciones de sueño afectan directamente la fisiología del organismo humano generando otras patologías o complicando las que ya se poseen.

La vigilia se clasifica en tres niveles: el insomnio inicial se manifiesta con una dificultad para conciliar el sueño al acostarse. El insomnio intermedio se caracteriza porque el sujeto se despierta constantemente durante la noche. Y el tercer nivel es tipificado como insomnio terminal, en el que la persona se despierta mucho antes de lo planeado y no vuelve a conciliar el sueño.

Cualquiera de estas fases impide la recuperación que el cuerpo experimenta durante el descanso nocturno.

Un sujeto que no descansa correctamente experimenta sentimientos de culpa durante el trabajo por no poder centrar su concentración durante la jornada laboral y al desear conciliar el sueño lo abordan sus pendientes, provocando un círculo vicioso que disminuirá su productividad.

Causas y efectos

La inseguridad, falta de estabilidad económica y violencia experimentada en la actualidad son factores que repercuten en el descanso de las personas. El desvelo evoluciona a tal grado, que quien lo padece puede caer en depresión, si la enfermedad no se atiende correctamente el paciente podría experimentar pensamientos suicidas, ya que, de acuerdo con el experto, 30% de la gente deprimida tiene un intento suicida.

El cerebro es un circuito que funciona a través de hormonas y neurotransmisores que se alteran si no reciben el descanso apropiado. Por lo tanto es normal que el enfermo comience a tener fatiga y somnolencia durante el día, lo que provoca una baja de actividad sexual; pérdida de memoria y deterioro físico como sequedad y caída del cabello.

De acuerdo con el doctor Fernando López, existe una relación significativa entre el insomnio y factores de riesgo como la edad aumentada, patología psiquiátrica asociada y condición médica.

El experto recomendó un tratamiento adecuado diagnosticado por un médico especialista, pues este padecimiento es una de las afecciones más frecuentes en la población que es pasada por alto.

ana.langner@eleconomista.com.mx