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Gatell y el cambio climático, dos grandes males
Marielena Vega | Junta de Consejo
¿Todo se ajusta? Mucho que platicar y aunque el tema de esta columna es el costo que ya representa el cambio climático en nuestra economía. No puedo dejar pasar por alto el anuncio de Hugo López-Gatell como representante de México ante la OMS, cuando es más que sabido que la Presidenta Claudia Sheinbaum nunca coincidió ni estuvo de acuerdo en nada con este personaje.
No hay que olvidar que, durante el sexenio pasado, en específico durante la pandemia, la CDMX entonces bajo la tutela de la hoy la Presidenta de México, tuvo un manejo diferente y con apoyo de instituciones e iniciativa privada.
Aún más, nos comentan que había un acuerdo al interior de la Secretaria de Salud de colocarlo en algún puesto durante esta administración, pero, fue siendo relegado en diversas posibles funciones, y la mejor salida fue darle el cargo donde su presencia tuviera el menor de los impactos para México y el resto del mundo.
Así que al parecer la representación ante la OMS fue la solución. Entre 100 especialistas, sus opiniones tendrán el menor de los impactos, o prácticamente pasar sin efecto.
Y ahora sí, llegando al tema del Cambio Climático y su efecto económico. Ya son Miles de millones de pesos es el costo que representa al año para México, de acuerdo con los más recientes datos del Foro Económico Mundial, dichos números se extenderán a 3.2% para México en 2050, dada la falta de practicas que puedan atenderse a la misma velocidad que el avance de la naturaleza.
De ahí, se confirma que los avances no se están haciendo conforme al acelere que se requiere, incluso se prevé hacia finales de este siglo de no hacerse nada, el costo podría ser mayor. Países como Haití que tienen un mayor retraso, podrían enfrentar costos de hasta 20% de su Producto Interno Bruto, ante la falta de reglas y mecanismos por no atender estas necesidades.
Un reciente estudio elaborado por la UNAM señala que, bajo un escenario de inacción y muy altas emisiones, México podría enfrentar pérdidas económicas acumuladas durante este siglo equivalentes a entre el 85 por ciento y hasta cinco veces el PIB actual.
“Por otro lado, las proyecciones realizadas por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM para el año 2100 indican que los cambios en la temperatura podrían disminuir el crecimiento económico entre -1.96 y -2.03 por ciento, mientras que cambios relacionados con la precipitación podrían reducir el crecimiento entre -1.03 y -1.66 por ciento. Estos cambios no se darán de forma homogénea, es decir, afectarán de forma diferenciada a distintos grupos sociales, sectores, actividades, así como a los estados y municipios del país".
“En este sentido, estados como la Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Puebla y Morelos concentrarían una parte significativa de las pérdidas económicas, pudiendo superar los 20 mil millones de dólares anuales para el 2050, mientras que en regiones cuyos índices de marginación y pobreza son muy altos, tales como Oaxaca, Chiapas o Guerrero, los daños afectarán más a las comunidades rurales, indígenas y sectores de agricultura de subsistencia”.
Por ahora, y de acuerdo con Fausto Quintanilla, investigador en la materia por la UNAM, hoy por hoy, México tiene un impacto en diversos sectores de la economía. Particularmente en el sector de la agricultura, las sequías e inundaciones, encarecen el precio de los alimentos debido a la pérdida de las de las cosechas.
Aunque es una realidad que existe un sistema nacional de cambio climático, una ley general de cambio climático y, un proyecto de transición de energías alternativas, los efectos negativos es que se redujo el presupuesto a la Secretaría del Medio Ambiente, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, y disminuyeron los programas estratégicos.
De ahí que se requiere de habilidad para enfrentar el cambio climático desde el Gobierno, las políticas públicas y la legislación en los niveles subnacionales, con un enfoque más real.