Respira industria automotriz

La industria automotriz mexicana respiró nuevamente.

Y es que este poderoso sector industrial tenía sobre sí la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ser objeto de aranceles, por motivos de seguridad nacional.

Las empresas automotrices que operan en México veían con intensa preocupación la posibilidad de que se cumpliera la amenaza, porque el principal mercado de producción y exportación de la planta automotriz en México es precisamente EU. De hecho, la renegociación del TLCAN depende en alto grado de las nuevas condiciones que pretende imponer Trump a México. La industria automotriz es la pieza clave para la renegociación integral del acuerdo comercial trilateral. Por eso, la industria automotriz mexicana recuperó el aliento.

Ross, el anuncio

Lo hizo luego de que el secretario de Comercio de EU, Wilbur Ross, anunciara que se aplaza hasta el próximo año la aplicación de aranceles a las importaciones de automóviles, al menos mientras se realizan las negociaciones del TLCAN y el acuerdo comercial con la Unión Europea.

La fecha fatal original estaba prevista para el cierre de este mes y su aplazamiento es, al menos para el próximo año, sin una fecha específica determinada hasta ahora.

Presión multinacional

El aplazamiento no sólo fue para la aplicación de aranceles a México. También a Europa.

Entre las razones para el aplazamiento, Ross refirió miles de millones de cartas que ha recibido la Casa Blanca de parte de la industria automotriz. Lo cual quiere decir que al final si está funcionando la presión que están ejerciendo los corporativos multinacionales automotrices.

¿Luz al final del túnel?

El anuncio de Ross también podría entenderse como la luz al final del túnel en el largo proceso de renegociación del TLCAN.

A pesar de que las amenazas de Trump en el sentido de que su país se saldrá del acuerdo comercial si no se logra una buena negociación para el suyo, lo cierto es que en los equipos de negociadores de EU y México hay optimismo porque podría lograrse las conclusión de la renegociación.

Chocolates, el riesgo

En paralelo a la renegociación del TLCAN y la buena noticia del aplazamiento del castigo arancelario que recibiría la industria automotriz, hay focos rojos para el mismo sector en el ámbito local.

Los han encendido la Asociación Mexicana de la Industrias Automotriz (AMIA), que encabeza Eduardo Solís, pero sobre todo la Asociación Mexicana de Distribuidores de Autos (AMDA) que encabezan Guillermo Prieto y Guillermo Rosales. Han alertado sobre el daño que provoca a las ventas de autos en el mercado nacional la dañina práctica de la regularización de autos chatarra importados desde EU.

Motor económico

Y es que la industria automotriz es un motor económico para México, por las inversiones que ha atraído, los empleos que genera, y las ventas que realiza.

Aunque el modelo, de origen se enfocó hacia la exportación, ha sido claro el avance notable de las ventas en México.

Sin embargo, no ha sido fácil, porque pasaron muchos años, antes de que desde el gobierno mexicano se decidieran a evitar la importación de autos chatarra y su regularización. Esa práctica ha regresado y está creciendo, en detrimento de las ventas de autos nuevos en México.

Las cifras

De acuerdo con la Coparmex, que preside Gustavo de Hoyos, la industria automotriz representa casi 3% del PIB nacional y provee empleo a casi dos millones de personas.

Este sector recibe más inversión extranjera directa que cualquier otra industria del país y el año pasado experimentó un crecimiento cuatro veces mayor al del PIB nacional. También es un referente a nivel internacional: 4 de cada 100 vehículos que se producen en el mundo son ensamblados en México.

México es el mayor productor de vehículos en América Latina y el séptimo del mercado mundial. Sin embargo, en el diagnóstico de Coparmex también hay temas de preocupación internas que afecta a la potente industria automotriz.

El problema

Durante el último año, la industria automotriz de México ha sufrido fuertes golpes.

En el primer semestre del 2018, la venta de autos ligeros disminuyó en 8% y la venta de vehículos pesados decreció en 9 por ciento.

Las tres marcas con mayor presencia en México también experimentaron una caída considerable en sus ventas: 16% para Nissan, 13.2% para General Motors y 22% para Volkswagen.

Este panorama adverso se explica por varios factores, especialmente la incertidumbre asociada a la renegociación del Tratado de Libre Comercio y las elecciones en México, y por otro lado, en el aumento a las tasas de interés y la volatilidad cambiaria que impactan directamente las ventas en el sector.

Sin embargo, el mayor motivo de preocupación son las decisiones políticas para la regularización de autos internados ilegalmente, mejor conocidos como “autos chocolate”.

Coparmex también eleva la voz de alerta por la inminente creación, con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de una zona franca en el norte del país. Señala la organización patronal que varios gobernadores de estados fronterizos han propuesto regularizar autos chocolate.

Habrá que ver qué pasa en la transición de los gobiernos en funciones y entrante en esta materia.

ATISBOS

ENERGÍA. De acuerdo con versiones del diario estadounidense The Wall Street Journal hay diferencias en materia energética entre los equipos de los gobiernos saliente y entrante de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador en la negociación del TLCAN. ¿Será que de última hora sea el tema más difícil de superar? Veremos.