Recortan otra vez previsiones para México. La nueva normalidad

El subgobernador Manuel Sánchez, explicó esta semana ante estudiantes de Suiza que en el corto plazo la economía mexicana enfrenta tres riesgos a la baja:

Un posible debilitamiento de la confianza del consumidor; un mayor deterioro del sector de la construcción y un aumento de la aversión global al riesgo.

Bajo este contexto, no tendría que sorprender el hecho de que los consultores de inversionistas bajaran su pronóstico de crecimiento para México a 2.65% en junio, por sexta vez en el año. Esto es casi un punto por debajo del pronóstico que tenían al arranque del 2014, tal como ha documentado la encuesta mensual del Banco de México.

¿Por qué tardaron tanto en incorporar esta evidencia en las previsiones de la iniciativa privada y del propio gobierno?

Seamos realistas

Este jueves, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, hizo un llamado en un foro donde participó la banquera central Janet Yellen, que hay que ser realistas.

El contexto internacional desde la crisis del 2008, evidencia que el lento crecimiento de las economías es la nueva normalidad mundial. Y una vez que se reconozca, que se introyecte, dirían los sicólogos, habrá mayores ganancias.

¿Por qué creímos que México podía ser la excepción a la nueva normalidad?

strong>Incomprendidos

Hace poco platiqué con Mauro Leos, vicepresident & Senior analyst para América Latina y México, en Moody´s quien me decía que en vista de las revisiones en los pronósticos de crecimiento, lo más conveniente es que hagan todos los gobiernos estimaciones conservadoras porque implicaría que no habrá sorpresas y no se dispararán las cuentas fiscales .

A mí, Yolanda, me queda claro que estos yerros en los pronósticos, estas previsiones no son de mala fe. Y quiero pensar que no se ponen tan altas para despertar más apetito entre los inversionistas, ni éstos pican el anzuelo para presionar al gobierno.

De hecho, podría sustentarlo en un documento del FMI que leí esta noche, titulado, Growth Now and Forever? Donde esgrimen que mientras más largo es el plazo a proyectar el desempeño económico, en cualquier país del mundo, mayor es la proclividad a errar.

Tienden a ser más optimistas mientras más largo es el plazo a proyectar , se lee.

Y aunque reconocen en el documento que las correcciones constantes sobre pronósticos optimistas suelen tener impactos negativos hasta en las finanzas públicas, justifican los excesos de optimismo al advertir la dificultad de incorporar eventualidades.

Pero la triste realidad en México es que las proyecciones que hicieron el gobierno y los inversionistas, eran de corto y largo plazo. Eran muy optimistas y poco objetivas. Pero sobre todo, eran soberbias. Pues la nueva normalidad es tan aplastante, que hasta Estados Unidos ha tenido que reconocer su errática dinámica de crecimiento... ¿Por qué pensaban que México podía ser una excepción? <