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Opinión

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No son datos, son “los” datos, y sí importan

La estadística es historia en reposo,

la historia es la estadística en movimiento.

Ludwig Von Schlozer

Hace un año, miles de encuestadores del Inegi caminaron México para recabar los datos que fotografían nuestras condiciones poblacionales y, con ello, comprender algunos de los proyectos prioritarios que requiere la ciudadanía.

El esfuerzo de más de doscientas mil personas se convirtió en la información más reciente y completa sobre las características sociodemográficas de los mexicanos: cuántos somos y cómo es la población de nuestro país.

Son datos que, entre otras muchas ventajas, permiten saber cómo invertir miles de millones de pesos 一que también son nuestros一 de manera estratégica, en lo que sí se necesita.

El Instituto de Estadística nos dice que en los Estados Unidos Mexicanos somos 126 millones 14 mil 24 habitantes, de los cuales, por cada cien, 51 son mujeres y 49 son hombres. En cuanto al número de habitantes, a nivel mundial ocupamos la posición 11, debajo de Japón y por encima de Etiopía.

Respecto a la distribución de la población por entidad federativa, las más pobladas son el Estado de México, con casi 17 millones de habitantes, la Ciudad de México, donde residen 9.2 millones de personas y Jalisco con 8.3 millones de personas. En contraparte, Campeche, Baja California Sur y Colima son las entidades con menos población, con montos de 928 mil, 798 mil y 731 mil personas, respectivamente.

La población de nuestro país sigue envejeciendo. Cuando en el año 2000 la mediana era de 22 años, en el 2010 fue de 26 y en el 2020 ya es de 29 años. En otras palabras, ha subido el promedio de edad porque 一como ahora lo veremos一 aumenta la esperanza de vida de los mexicanos; vivimos más, y al mismo tiempo la tasa de crecimiento poblacional es menor, es decir, nacen menos niños.

El promedio de hijos sigue descendiendo: en el 2010 eran 2.3 hijos y ahora 2.1 hijos nacidos vivos por mujer. Poco más de 7 millones 364 mil personas hablan alguna lengua indígena. Se han reducido los matrimonios y ha crecido la unión libre.

Cinco de cada cien mexicanos tienen discapacidad. El grado promedio de escolaridad sigue creciendo y ya son 9.7 años. Poco más de 87 de cada 100 viviendas tienen un celular, y sigue creciendo el uso de las computadoras y el internet.

Como bien lo expresa Hernán Otero, el desarrollo de sistemas estadísticos fue uno de los principales impulsos de los estados europeos del siglo diecinueve. Estadísticas sobre economía, educación, mortalidad, crímenes y homicidios, por poner algunos ejemplos, fueron la base de las políticas públicas con la que los gobiernos orientaron su navegación. Esta brújula fue útil porque permitía contar con una imagen clara del “estado del Estado”: se contaba con “los datos” fiables necesarios.

Cifras como las referidas en estos párrafos dan cuenta de los importantes datos conseguidos en el Censo. Es información para tomar decisiones. Que nos cuenten para que no nos cuenteen. Como bien lo decía W. Edwards, “en Dios confiamos, todo lo demás debe traer datos”.

@VicenteAmador

Consultor de Comunicación, Asuntos Públicos y Estrategia Política.

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