NAIM, la decisión

El próximo fin de semana se despejará la duda: ¿continuará o se suspenderá la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco?

Se sabrá por quién se decidió el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador: ¿por los mercados o por los 30 millones de mexicanos que votaron por él?

No sólo eso. La decisión final marcará el rumbo que seguirá el próximo gobierno de México en su relación con la inversión privada nacional e internacional.

Si decide cancelar la construcción del nuevo puerto aéreo en Texcoco, reducirá (o en caso contrario, de mantenerla, aumentará) la confianza de los inversionistas privados que participan en México.

¿Votos o mercados?

El resultado de la controvertida consulta ciudadana para definir la sede del Nuevo Aeropuerto Internacional de México: Texcoco o Santa Lucía dejará ver si prefirió mantener su extraordinario capital político o prefirió mantener tranquilos a los intangibles, pero poderosos mercados.

Más allá de por quién vote “el pueblo sabio”, será el presidente electo por la mayoría de los mexicanos el que tome la decisión.

Por eso, podremos saber: ¿a quién atenderá o a quién decepcionará primero el próximo presidente de México: a los mercados o a su amplia base de votantes?

Ésa es la duda que hoy tienen millones de mexicanos (los 30 millones que votaron por él y los 70 millones que no votaron por él) y que al final de la consulta ciudadana —no se sabe si el mismo día o días después—, despejará el presidente López Obrador, por supuesto, como resultado de la votación del peculiar ejercicio “democrático”.

¿Texcoco o Santa Lucía ?

La continuación de la construcción de Texcoco, una megaobra de infraestructura con 30% de avance, representaría para el candidato triunfador del partido Morena, la primera gran decisión contraria a sus principales promesas de campaña, entre las que ofreció cancelar la construcción de lo que ha calificado como una “obra faraónica” y ha acusado —sin presentar hasta ahora ninguna prueba— de presuntos actos de corrupción.

Por otra parte, cancelar la construcción del aeropuerto en Texcoco importaría negativamente en la confianza del sector privado respecto de su gobierno.

Se entendería que tomará decisiones más por criterios políticos que técnicos o económicos.

¿Barato o caro?

Si decidiera avanzar en la alternativa de Santa Lucía, con dos pistas adicionales, el mantenimiento del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y su complementación con el de Toluca, estaría en duda que el costo final resultara más barato si se consideran los 120,000 millones de pesos que tendrá que pagar el gobierno federal por las demandas de los inversionistas por daños y perjuicios.

Independientemente de que técnicamente ha sido puesta en duda la viabilidad de esta alternativa por el polígono en el aire, en el que podría registrarse problemas si se operan de manera simultánea el AICM y Santa Lucía.

Parcialidad

López Obrador y sus más cercanos colaboradores, entre ellos el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, han dicho que el aeropuerto en construcción es un ejercicio de “derroche” y aseguran que la alternativa que proponen resultaría mucho más barata, aunque no hay un proyecto ejecutivo que lo respalde.

A pesar de que el presidente electo conminó a su equipo a no inclinar la balanza a favor de ninguna de las dos alternativas, ha sido evidente que sí lo han hecho.

El propio López Obrador públicamente dijo que la opción de Santa Lucía será más barata.

IP, consenso

Prácticamente todas las organizaciones privadas: el Consejo Coordinador Empresarial, presidido por Juan Pablo Castañón; la Coparmex, de Gustavo de Hoyos; la Concamin, de Francisco Cervantes; la Canaero, de Sergio Allard, y la IATA, OACI y, en general, la mayoría está a favor de que continúe la construcción del aeropuerto en Texcoco.

Incluso el actual secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, difundió un video en el que se pronuncia a favor de Texcoco y asegura que para Santa Lucía ni siquiera hay proyecto.

Citibanamex difundió un análisis sobre el tema y advirtió que si se cancela el NAIM tendría un impacto económico y financiero significativo en el corto y largo plazos y llevaría a esa institución a una revisión negativa del escenario macroeconómico.

Señala que la alternativa de Santa Lucía no tiene fundamento y no ha sido estudiada a profundidad, además de que en todo caso sería insuficiente para satisfacer la demanda esperada de 68 millones de pasajeros al año.

Lo cierto es que prácticamente todos los análisis concluyen que el presidente electo está entrampado en esta disyuntiva.

Sea como sea, el próximo fin de semana o unos días después se sabrá exactamente qué decisión tomará el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

ATISBOS

ADVERTENCIA.- La agencia calificadora Moody’s emite una nueva advertencia al próximo gobierno y al partido Morena: afectaría la calidad crediticia soberana de México si se aprueba la iniciativa de ley que prevé la subordinación de las comisiones de Hidrocarburos y de Energía a la secretaría de Energía. La ley propuesta sería un paso atrás.